El lápiz de carpintero
lunes, 23 de abril de 2007
Hoy es el día de la onomástica comercial del libro. El único momento del año en el que, aquellos que no leen ni la viñeta de Forges del periódico, compran docenas de guardapolvos con la excusa de que los consumirán en verano cuando, en realidad, sólo les atrae el movimiento social de ese día y el regalo de los comercios o los descuentos anunciados hasta la extenuación.
Yo, mortal, tampoco me puedo resistir y llevo planeando una semana todo aquello que voy a comprar sólo porque hoy es el día que es (y porque FNAC me da el doble de puntos y un libro de regalo para excitar en mayor medida mi consumismo)
Por fin se edita la obra completa sobre los hospicios españoles en la época de la posguerra española, un reflejo de la miseria, tanto económico como moral de la España herida por el enfretamiento interno, reciente y latente. La gran obra de Carlos Giménez, en parte autobiográfia, de una eleva calidad gráfica, pero especialmente narrativa, reunida en un sólo tomo que espero que esta noche esté ya en mis manos.
Yo, mortal, tampoco me puedo resistir y llevo planeando una semana todo aquello que voy a comprar sólo porque hoy es el día que es (y porque FNAC me da el doble de puntos y un libro de regalo para excitar en mayor medida mi consumismo)
Por fin se edita la obra completa sobre los hospicios españoles en la época de la posguerra española, un reflejo de la miseria, tanto económico como moral de la España herida por el enfretamiento interno, reciente y latente. La gran obra de Carlos Giménez, en parte autobiográfia, de una eleva calidad gráfica, pero especialmente narrativa, reunida en un sólo tomo que espero que esta noche esté ya en mis manos.
Marjane Satrapi sorprendió, en 1991, al mundo con un obra en sencilla en su trazo, casi infantil, pero enormemente compleja en su historia. Una obra autobiográfica, sobre el regimen fundamentalista islámico en el que se refleja cambio social y político que pone fin a más de cincuenta años de reinado del sha de Persia en Irán y da paso a una república islámica.
Hace unos cuantos años ya, ví la representación que hicieron de esta obra Carlos Hipólito, uno de los mejores actores de este país, Josep María Flotats, con idéntica descripción, y el sustituto del insustituible Josep María Pou (actual premio Max y Premio Nacional del Teatro a la mejor representación por La cabra o Quién es Sylvia). Fue uno de los espectáculos más vistos de la temporada, con una gira larga éxito que después tratarían de reeditar la versión argentina con Ricardo Darín a la cabeza.
No tiene que ver mucho con la lectura pero probé este juego y me encantó. Y como no sé puede hacer la copia de seguridad del mismo (o, por lo menos, yo no sé hacerla), aprovecharé la edición en Platinum para que pase a la colección de videojuegos.
Hay otra serie de títulos que me tientan y que puede que caigan en mis manos esta noche pero la primera intención es ceñirme al plan. Y eso pasa por estos cuatro títulos.
PD: El motivo de haber elegido la película basada en el cuento de Manuel Rivas es que es de los primero libros con merchandising que recuerdo. Con cada ejemplar del libro, Alfaguara regalaba un lápiz de carpintero, algo que, si no recuerdo mal, favoreció la difusión de la novela. Curiosa la naturaleza del hombre.
Etiquetas: Yo...
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