El fin de los días
viernes, 29 de febrero de 2008
Llegó a su fin, al menos para mí. El pasado viernes me regaló mi santa el último ejemplar y ayer, en torno a las once de la noche, leía las últimas palabras de una las sagas más relevantes de la historia de la literatura. El camino andado con Harry Potter llegó a su fin en el mismo momento que cerré el libro que cuenta su última aventura en busca de las Reliquias de la Muerte y la verdad, es que se asienta una desazón en uno mismo. No más magia, hechizos, acertijos, desafíos, duelos de varitas, conjuros, pársel, cicatrices, órdenes y ejércitos, mortífagos, gigantes, dragones, threstals, hipogrifos, el callejón Diagón, quidditch, escobas, snitch, patronus. Es como dejar atrás una etapa de la vida, algo que prefirirías que durara eternamente. La cicatriz de la frente se ha borrado.
Etiquetas: Literatura
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No he leído ninguno de los libros ni he visto las películas.
¿Soy raro doctor?
Quizás un día me ponga a ello. Quizás no.