Orgullo y prejuicio
lunes, 10 de marzo de 2008
¿Os acordais de esto?
Venganza exigían unos, insulto lo consideraban la mayoría. Los ecos de las solicitudes de desagravio todavía redundan en el ambiente. Quizá por eso, por las reminiscencias de aquel incidente, en los Mundiales de pista cubierta de Valencia celebrados este fin de semana, el ganador de los 60 metros vallas, Liu Xiang, de origen chino, escuchó un himno, sí, pero el chileno, por un error de la organización. Eso en esta patria no es más que una chiquillada. Por eso mismo, decidieron rematar el error colocando la bandera nacional del letón Stanislavs Olijars, segundo clasificado, de manera errónea. Y como de orgullo, y sobre todo, de vergüenza, este país anda falto, muy falto, apenas ha ocupado espacio en los medios, en aquellos mismo que mostraban rojos de ira la traición, el culmen de la encerrona aussie en Australia, reconocer que aquí, las cosas, parecen obra de Manolo y Cía.
Etiquetas: Deporte
Vaya, yo que pensaba que eran los únicos que habían acertado con el himno en estos últimos años...