Doce hombres sin piedad
jueves, 5 de junio de 2008
Después de la famosísima liga del herrerazo, el doloroso retorno del hijo pródigo (Garbajosa), el traumático año pasado, lleno de divorcios, despedidas y otras dolencias coronarias, el Baskonia se ha vuelto a apoderar del cetro de campeón. Parecía una quimera, que sólo en aquellos momentos en que los planetas se alinearan y el destino se dispusiera, podría repetirse. Y es natural. Desde su primera vez, allá en el 2002, tres finales de liga, cuatro finales de copa, otras tantas F4 (disputadas) y tres torneos de verano denominados Supercopa han tenido al equipo blaugrana como candidato y únicamente en dos torneos del KO, además de la totalidad de los trofeo Carranza del baloncesto celebrados, se ha alzado con la copa. Es por ello que se considera un logro ciertamente, a pesar de las críticas sobre cuestiones espurias y chovinistas que siempre acompañan a este equipo.
El trofeo en manos de Vidal, Splitter y Prigioni destacan dos certezas: son campeones y la temporada ha finalizado. De la primera ya se ha hablado y escrito, menos de que lo que quisiéramos todos los aficionados al baloncesto, independientemente de los colores. Hablemos de las segunda entonces, o mejor dicho, de su inmediata consecuencia, el análisis de la temporada. Uno a uno.
5. Pablo Prigioni: el capitán del equipo, lleve o no el brazalete. Uno de los líderes morales del vestuario, con Splitter y Vidal. El corazón y casi siempre el cerebro. Indispensable. Ha bajado su ritmo de manera evidente y en ocasiones flagrante. No ha sido el líder en asistencias y recuperaciones como en otros años. No obstante, su temporada ha sido buena.
6. Ander García: únicamente ha pisado el parqué en tres partidos y sólo ha tirado una vez (es su único apunte estadístico). Ha hecho el papel de salvoconducto, para cumplir el cupo de nacionales de la ley Llorente.
8. Rakocevic: ha roto el maleficio, ha enterrado la fama de gafe. A pesar de dos medallas de oro, en campeonatos del Mundo y de Europa, su único título hasta esta temporada era un Supercopa. Defensor nulo, afamado avaricioso de la pelota, de mala elección de tiro pero letal en posiciones cómodas y penetración, la entrada en la treintena parece haberle serenado. En el último tramo de la liga se ha observado una mayor capacidad de asistencia y visión de juego.
9. Sergi Vidal: la historia de siempre. Boom en mitad de la temporada que se diluye a medida que nos acercamos al tramo final. A pesar de ello se le ha visto a un buen nivel aunque sea una lástima que nunca vaya a llegar a ser un grandísimo jugador.
10. Zoran Planinic: un buen comienzo, una genial eliminatoria contra el Unicaja pero por debajo de su potencial. La ilusión que generó su fichaje no ha sido correspondida con su nivel de juego. Se nota en exceso la ausencia de Prigioni cuando Zoran toma el mando.
11. Lucho Fernández: mirar Ander García.
12. Teletovic: tras una pasada temporada muy discutido, en la dupla que formaba en el interior con Pecker, el jugador bosnio se ha erigido como un gran tirador, con un porcentaje del 40% en el tiro de 3 puntos. Lamentablemente se juego interior ha sido mínimo, con una media de 4 rebotes tan sólo dos tiros desde cerca de la canasta. Le falta postear y una mayor presencia en la pintura. Si se le encasquilla la metralleta, pasa sin pena ni gloria por el partido.
13. Simas Jasaitis: sin visos de recuperación. Con la salvedad de dos o tres partidos, las lesiones y algún otro problema que se ha traído de Israel, no se ha visto al gran jugador que todo el mundo sabe que es. El año que viene tiene una nueva oportunidad.
15. James Singleton: antes todo, profesionalidad. Su comportamiento ha sido intachable. La lamentable lesión a principio de temporada nos dejó con las ganas de comprobar la habilidad de este saltarín. En la final ha asomado un reboteador feroz, muy valioso en la canasta contraria, y un jugador explosivo, con apuntes de ser determinante en algunos partidos. Estamos ansiosos por verle la temporada que viene. Si su calidad como persona sustentaban la prórroga del contrato, su baloncesto confirman la decisión.
21. Tiago Splitter: el primer partido de la final fue el primer partido de su vida. Sin duda alguna. Imparable, definitorio, mágico. La ausencia de valor, de coraje, de orgullo, que algunos le hemos achacado parece cosa del pasado. Ha visualizado su papel de estandarte. Considero un acierto si es verdad que finalmente se queda. Uno o dos años marcando su supremacía sobre otros rivales son una buena inversión de futuro para su carrera.
33. Pete Mickeal: el MVP de la final y el alero alto que el Baskonia lleva años buscando. Lamentablemente es probable que ésta haya sido su única temporada. Su voluble personalidad le ha traicionado en momentos concretos, desestabilizando incluso al equipo. Personalmente, no le perdono la técnica que desequilibró el partido en la final de la Copa del Rey. Completo, de una técnica y un don superlativo que el Baskonia probablemente no quiera en sus filas.
45. Will McDonald: el tema de los cupos y el falso matrimonio para obtener la doble nacionalidad no presagiaban un buen comienzo de temporada para McDonald, que finalmente ha tenido una de sus más catastróficos años. Ha sido un cero a la izquierda, en ocasiones un lastre, pero en mi opinión, y dada su condición de comunitario, lo mantendría en plantilla para poder evaluar su estado partiendo de cero. De todas maneras, es más que probable su salida del club.
12+1. Neven Spahija. Discutido durante toda la temporada, ha alcanzado todas las finales y ha ganado dos. ¿Hay que ejercer la opción de renovación? Desde mi punto de visto, no. Es por todos conocidos que Querejeta es un amante de los entrenadores de mano firme, sargentos que dominen a sus jugadores, de los estandartes de la escuela balcánica. Spahija, croata de nacimiento, tiene un estilo más dialogante, de mensajes rápido y mucha palmada. El presidente considera que se le han subido a las barbas y para ejemplificarlo, apunta a la cantidad de sucesos extradeportivos. Si el remedio es Dusko Ivanovic, Ivcovic u otro de esa rama de preparadores, prefiero malo conocido que bueno por conocer. Pero considero que el futuro del Baskonia no está en su pasado. El equipo necesita otro sistema de trabajo, otro método, otro estilo. Necesita versatilidad, habilidad, creatividad, imaginación. Es el momento de dar un paso más. Es un equipo reconocido en el continente, de lo más regulares, con una estructura organizativa profesionalidad, eficiente, que necesita de un hito, marcado siempre por los títulos, que le defina como una grande. Y eso se lo da otro tipo de entrenador. Uno que no se escude en la defensa individual hasta la extenuación. Que no permita el suicidio como solución en finales apretados. Necesita un mago que le enseñe la prestidigitación, la supervivencia a través del completo dominio de la materia. Es el momento de alcanzar la madurez y la constricción no será lo que permita alcanzarla.
El trofeo en manos de Vidal, Splitter y Prigioni destacan dos certezas: son campeones y la temporada ha finalizado. De la primera ya se ha hablado y escrito, menos de que lo que quisiéramos todos los aficionados al baloncesto, independientemente de los colores. Hablemos de las segunda entonces, o mejor dicho, de su inmediata consecuencia, el análisis de la temporada. Uno a uno.
5. Pablo Prigioni: el capitán del equipo, lleve o no el brazalete. Uno de los líderes morales del vestuario, con Splitter y Vidal. El corazón y casi siempre el cerebro. Indispensable. Ha bajado su ritmo de manera evidente y en ocasiones flagrante. No ha sido el líder en asistencias y recuperaciones como en otros años. No obstante, su temporada ha sido buena.
6. Ander García: únicamente ha pisado el parqué en tres partidos y sólo ha tirado una vez (es su único apunte estadístico). Ha hecho el papel de salvoconducto, para cumplir el cupo de nacionales de la ley Llorente.
8. Rakocevic: ha roto el maleficio, ha enterrado la fama de gafe. A pesar de dos medallas de oro, en campeonatos del Mundo y de Europa, su único título hasta esta temporada era un Supercopa. Defensor nulo, afamado avaricioso de la pelota, de mala elección de tiro pero letal en posiciones cómodas y penetración, la entrada en la treintena parece haberle serenado. En el último tramo de la liga se ha observado una mayor capacidad de asistencia y visión de juego.
9. Sergi Vidal: la historia de siempre. Boom en mitad de la temporada que se diluye a medida que nos acercamos al tramo final. A pesar de ello se le ha visto a un buen nivel aunque sea una lástima que nunca vaya a llegar a ser un grandísimo jugador.
10. Zoran Planinic: un buen comienzo, una genial eliminatoria contra el Unicaja pero por debajo de su potencial. La ilusión que generó su fichaje no ha sido correspondida con su nivel de juego. Se nota en exceso la ausencia de Prigioni cuando Zoran toma el mando.
11. Lucho Fernández: mirar Ander García.
12. Teletovic: tras una pasada temporada muy discutido, en la dupla que formaba en el interior con Pecker, el jugador bosnio se ha erigido como un gran tirador, con un porcentaje del 40% en el tiro de 3 puntos. Lamentablemente se juego interior ha sido mínimo, con una media de 4 rebotes tan sólo dos tiros desde cerca de la canasta. Le falta postear y una mayor presencia en la pintura. Si se le encasquilla la metralleta, pasa sin pena ni gloria por el partido.
13. Simas Jasaitis: sin visos de recuperación. Con la salvedad de dos o tres partidos, las lesiones y algún otro problema que se ha traído de Israel, no se ha visto al gran jugador que todo el mundo sabe que es. El año que viene tiene una nueva oportunidad.
15. James Singleton: antes todo, profesionalidad. Su comportamiento ha sido intachable. La lamentable lesión a principio de temporada nos dejó con las ganas de comprobar la habilidad de este saltarín. En la final ha asomado un reboteador feroz, muy valioso en la canasta contraria, y un jugador explosivo, con apuntes de ser determinante en algunos partidos. Estamos ansiosos por verle la temporada que viene. Si su calidad como persona sustentaban la prórroga del contrato, su baloncesto confirman la decisión.
21. Tiago Splitter: el primer partido de la final fue el primer partido de su vida. Sin duda alguna. Imparable, definitorio, mágico. La ausencia de valor, de coraje, de orgullo, que algunos le hemos achacado parece cosa del pasado. Ha visualizado su papel de estandarte. Considero un acierto si es verdad que finalmente se queda. Uno o dos años marcando su supremacía sobre otros rivales son una buena inversión de futuro para su carrera.
33. Pete Mickeal: el MVP de la final y el alero alto que el Baskonia lleva años buscando. Lamentablemente es probable que ésta haya sido su única temporada. Su voluble personalidad le ha traicionado en momentos concretos, desestabilizando incluso al equipo. Personalmente, no le perdono la técnica que desequilibró el partido en la final de la Copa del Rey. Completo, de una técnica y un don superlativo que el Baskonia probablemente no quiera en sus filas.
45. Will McDonald: el tema de los cupos y el falso matrimonio para obtener la doble nacionalidad no presagiaban un buen comienzo de temporada para McDonald, que finalmente ha tenido una de sus más catastróficos años. Ha sido un cero a la izquierda, en ocasiones un lastre, pero en mi opinión, y dada su condición de comunitario, lo mantendría en plantilla para poder evaluar su estado partiendo de cero. De todas maneras, es más que probable su salida del club.
12+1. Neven Spahija. Discutido durante toda la temporada, ha alcanzado todas las finales y ha ganado dos. ¿Hay que ejercer la opción de renovación? Desde mi punto de visto, no. Es por todos conocidos que Querejeta es un amante de los entrenadores de mano firme, sargentos que dominen a sus jugadores, de los estandartes de la escuela balcánica. Spahija, croata de nacimiento, tiene un estilo más dialogante, de mensajes rápido y mucha palmada. El presidente considera que se le han subido a las barbas y para ejemplificarlo, apunta a la cantidad de sucesos extradeportivos. Si el remedio es Dusko Ivanovic, Ivcovic u otro de esa rama de preparadores, prefiero malo conocido que bueno por conocer. Pero considero que el futuro del Baskonia no está en su pasado. El equipo necesita otro sistema de trabajo, otro método, otro estilo. Necesita versatilidad, habilidad, creatividad, imaginación. Es el momento de dar un paso más. Es un equipo reconocido en el continente, de lo más regulares, con una estructura organizativa profesionalidad, eficiente, que necesita de un hito, marcado siempre por los títulos, que le defina como una grande. Y eso se lo da otro tipo de entrenador. Uno que no se escude en la defensa individual hasta la extenuación. Que no permita el suicidio como solución en finales apretados. Necesita un mago que le enseñe la prestidigitación, la supervivencia a través del completo dominio de la materia. Es el momento de alcanzar la madurez y la constricción no será lo que permita alcanzarla.
Etiquetas: Deporte
5 Comments:
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Ahora me entero que nos han robado la primera supercopa de las vitrinas y se ha ido para Vitoria...
He leído en varios sitios que a Singleton se le acabó la profesionalidad en cuanto superó la lesión. La noche le empezó a confundir por lo visto.
Mickeal suena para el Barça.
Será el rey de la noche, pero no he visto en mi vida a un tío que lesionado vaya a todos los partidos, colabore en los calentamientos, sea atento con los seguidores... Y su rendimiento esta temporada nadie lo ha puesto en duda. Otros se han lastimado haciendo el canelo y han dejado que desear.
Probablemente, porque encima hay dudas del interés del Baskonia por retenerlo.
Me parece cojonudo que vaya a todos los entrenamientos y partidos estando lesionado... y no me extraña teniendo en cuenta que he comentado que "He leído en varios sitios que a Singleton se le acabó la profesionalidad EN CUANTO SUPERÓ LA LESIÓN".
¿Su rendimiento esta temporada? Hombre, que quieres que te diga... se le fichó como un puntal del equipo y ha estado correcto sin más.
¿Compresión escrita? Los puntos suspensivos no soncomo el punto y aparte. Digo que ha sido profesional antes y después.
xD
En cualquier caso, de Eto'o uno se puede quejar lo bocas que es ya que el tío nunca sale de fiesta. No le gusta.