Don Erre que erre
lunes, 21 de julio de 2008
Mientras busco en la página web del Gobierno Vasco una noticia que leí hace un par de semanas, observo absorto en dicho medio virtual el siguiente titular, que no hace si no incrementar mi grado de animadversión a los políticos en general, y a los manipuladores en particular: "Rodríguez Zapatero es el único responsable de que la Ley de Consulta aprobada por el Parlamento Vasco esté hoy en suspenso. " Sr. Ibarretxe, al menos el presidente de la nación española ha cumplido su palabra. Dudo que los últimos artefactos colocado por ETA tengan cabida en el marco de ausencia de violencia requerido inicialmente por usted para celebrar la consulta.
Pero el tema de este post no es la estrategia política sin escrúpulos del lehendakari, sustentada en cierta medida por el partido si no comentar una reciente valoración o cuantificación del sentimiento independentista en Euskadi. Según una encuesta realizada por el propio Gobierno Vasco, a través del Sociómetro Vasco, únicamente el 22% de los ciudadanos de Euskadi apoyan abiertamente la secesión de España. Un mayor porcentaje, el 30%, la rechaza rotundamente mientras que un 32% la condiciona a las circunstancias. Podemos, por tanto, estimar como aceptable que el voto a los nacionalistas no es por una identificación con los ideales, si no un voto de castigo a los partidos nacionales.
Es igualmente llamativo el reparto de estas tres categorías, en función del partido político con el que simpatice el encuestado. Obviamente los extremos, PP y EHAK (o HB, o EH, o Batasuna, o ANV) tiene una presencia mayoritaria en sus posturas encontradas del no y el sí rotundo, del 74% y 85%, respectivamente. En el caso de los socialistas, el "no" es mayoría, más de la mitad pero recoge a un mayor número de independentistas e indecisos.
Lo que llama la atención lo siguiente: en el caso de EA, el 45% de sus votantes (extrapolando siempre los resultados de la encuesta al conjunto de la sociedad vasca) desea la independencia, mientras que el 40% la condiciona. No obstante, en sus hasta ahora compañeros de camino, son mayoría esta segunda categoría, con un 44%, frente a los independentistas. La incertidumbre es de tal calibre, que en el caso de Aralar, la mitad de sus votantes se postula como indecisos, mientras que le 43% desea la independencia.
Un último detalle es que, de los partidos nacionalistas, PNV, EA, EHAK y Aralar, sea el gobernante y catalizados de la consulta el que mayor porcentaje de votantes en contra de la independencia mantenga, el 19%.
Y es que el tema de la independencia es el quinto problema, en orden de mayor a menor preocupación generada, de las seis categorías que establece el Sociómetro Vasco en su encuesta, por detrás del empleo, vivienda, terrorismo y situación económica y superando únicamente a la inmigración. Como siempre, se habla de lo que no interesa. Esos son nuestros representantes. A estos hemos elegido.
Pero el tema de este post no es la estrategia política sin escrúpulos del lehendakari, sustentada en cierta medida por el partido si no comentar una reciente valoración o cuantificación del sentimiento independentista en Euskadi. Según una encuesta realizada por el propio Gobierno Vasco, a través del Sociómetro Vasco, únicamente el 22% de los ciudadanos de Euskadi apoyan abiertamente la secesión de España. Un mayor porcentaje, el 30%, la rechaza rotundamente mientras que un 32% la condiciona a las circunstancias. Podemos, por tanto, estimar como aceptable que el voto a los nacionalistas no es por una identificación con los ideales, si no un voto de castigo a los partidos nacionales.
Es igualmente llamativo el reparto de estas tres categorías, en función del partido político con el que simpatice el encuestado. Obviamente los extremos, PP y EHAK (o HB, o EH, o Batasuna, o ANV) tiene una presencia mayoritaria en sus posturas encontradas del no y el sí rotundo, del 74% y 85%, respectivamente. En el caso de los socialistas, el "no" es mayoría, más de la mitad pero recoge a un mayor número de independentistas e indecisos.
Lo que llama la atención lo siguiente: en el caso de EA, el 45% de sus votantes (extrapolando siempre los resultados de la encuesta al conjunto de la sociedad vasca) desea la independencia, mientras que el 40% la condiciona. No obstante, en sus hasta ahora compañeros de camino, son mayoría esta segunda categoría, con un 44%, frente a los independentistas. La incertidumbre es de tal calibre, que en el caso de Aralar, la mitad de sus votantes se postula como indecisos, mientras que le 43% desea la independencia.
Un último detalle es que, de los partidos nacionalistas, PNV, EA, EHAK y Aralar, sea el gobernante y catalizados de la consulta el que mayor porcentaje de votantes en contra de la independencia mantenga, el 19%.
Y es que el tema de la independencia es el quinto problema, en orden de mayor a menor preocupación generada, de las seis categorías que establece el Sociómetro Vasco en su encuesta, por detrás del empleo, vivienda, terrorismo y situación económica y superando únicamente a la inmigración. Como siempre, se habla de lo que no interesa. Esos son nuestros representantes. A estos hemos elegido.
Etiquetas: Política
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