Seven

Envidia. Eso es lo que siento. Y no voy a entrar en matices ni medias tintas políticamente correctas. Envidia. Cruda. Simple y llanamente, Envidia.

Tarde llegara este post pero como se dice, si la dicha es buena..., verdad aléks? o no, Rober? Hace ocho días el mejor equipo de Europa (y probablemente del mundo) alcanzó la gloria y borró de un plumazo todas las dudas, excusas, desprecios. Lavó su nombre de la ignominia e hizo relucir las medallas de la gloria merecedoras de los justos campeones, aquellas que únicamente engalonan los pechos de los mejores. Mark Spitz y sus siete enanitos, Brasil y los cinco entorchados, el diez de Nadia Comaneci... y la compañera orejuda del fútbol espéctaculo, artístico o lo que es más importante, el fútbol demócrata, porque gusta a todos por igual. La realidad materializada que evoca la nueva terminología comercial Jogo Bonito.

Pero en los últimos peldaños para la gloria, a centímetros de la cumbre, las dudas asaltan y los crédulos se convierten en descreído, los fieles cuestionan a su guía y los dogmáticos comienzan a diseccionar su fe. Algunos nos dejamos llevar por el torrente de dudas pero al final la lluvia nos permitió ver el camino.

17 de mayo. 8 y media de la tarde. Me siento ante la tele. Me santiguo y comulgo la sangre y el cuerpo del dios del ocio: cervezas y patatas. Me salto la ¿dieta? porque hoy merece la pena. Noto el baile de hormigas en el estómago y eso que el que juega no es mi equipo. Mentira. Es el de todos. El de todos aquellos que le s gusta entretenerse, la emoción, el espectáculo. Camisetas blaugranas. Genial. En casa no perdemos nunca. ¿Perdemos? Demasiada identificación. Conviene mantener la distancia prudencial que recomienda la DGT. Los impactos pueden ser mortales y hoy la verdad es que no me apetece ponerme el cinturón.

Comienza el partido. Nervioso, en el salón del segundo piso de mi portal de mi calle y en Parque de los Príncipes. Tensión. Una pantera amenza al héroe. El primer ataque lo rechaza con el escudo y el segundo, araña el rostro. Quizás la historia no esté con el héroe. No sería la primera ocasión.

Aplomo. Solidez. Arrojo. Los favoritos empiezan a ejercer de lo mismo. Pero no hiere. No hay sangre. No es que sea violento pero el público pide muerte. Pulgar hacia abajo.Y si la cosa va de pulgares, está claro que el mago sin ortodoncia tiene siempre algo que decir. Y habla. Mejor. Entona y canta. Dulce melodía que da el pie al disco de platino de este año. Pero la canción se interrumpe. Alguien lo corta bruscamente. Ni siquiera vale el bis del Speedy Laurent. La justicia es ciega pero a veces demasiado. La balanza, ajena a la gravedad, cae por el lado equivocado. Un soldado de la reina menos pero los yelmos intactos.

La mala suerte no viene sola. Un espía alcanza las entrañas del reino. Puñalada en el corazón, robo del alma. Neblina de desesperanza inunda el reino.

En la tregua del descanso, los sabios preparan la estrategia. La hora del Elegido. Apelar al Cid sueco. Tiempo de guerra. El momento de la victoria.

El tiempo pasa, las agujas del reloj baten records de velocidad. La angustia me trae a la realidad y me hace olvidarme de la épica. Adiós a las leyendas, pierdo la fe y comienzo a creer en el gusto por lo práctico, lo sencillo, lo directo, lo banal, lo terrenal. Creo en lo que veo y no me gusta.

Hasta que se cumple la profecía. La ilusión vencerá. Dos toques. El Elegido, el Cid y el Cañonero. El tiempo se para. Eto'o para. Aguanta. Estudia. Analiza. Decide lanzar al palo largo. No! Mentira! Es un farol. Cambia de pie. Toca. Almunia reacciona. Lo acaba de ver. Rectifica. Se gira. El balón recorre el espacio. En el aire. Traspasa el obstáculo del infortunio. Por centímetros. Alcanza la red. Todo en micras de segundo. Todo en una milésima de suspiro. Mi corazón vuelve a latir. Justicia. Belleza. Perfección.

La locura domina el centro del mundo. Y la locura pasa a ser la razón del ser. El Cid manda su legado. La inconsciencia de la belleza y de la genialidad brilla. Y la fortuna. El obstáculo del infortunio se convierte en el aliado de las deidades. Gol. Simplemente gol. La gloria. El destino. La copa es blaugrana. Convencisteis.

 

5 Comments:

  1. Anónimo said...
    El Cid del que hablas, más que danés, yo diría que es sueco...
    ;-)
    ¿Ninguna mención al crack del equipo?
    Anónimo said...
    17 de mayo, 21:15, recibo un SMS: S akabo.Lo siento xro ya no ganais la champions. A br si l año qviene ay mas suert, sobr todo con l arbitro (IKER)

    17 de mayo, 21:16 Iker recibe un SMS desde mi móvil: Lo vamos a levantar !!! (Yo no fui, pero juran haber visto a un dandy sueco paseando por mi salón. Gracias Henrik)
    Anónimo said...
    Los hay originales a la hora de mandar mensajes...
    Curioso que yo haya recibido el mismo. XDDD
    Anónimo said...
    Ya he editado y he corregido mi error. No sé como no me acordé de lo de Ikea de CQC.

    Aleks comentó los mismo en el foro. Ya lo dicen por ahí, que soy una agonía y un cagalari. A veces no me importa no tener razón.
    Anónimo said...
    Son los efectos de la globalización.

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