Ausencia de novedades literarias pero teniendo en cuenta la dichosa apuesta, serán obligatorias en los próximos meses, si quiero ganarla.

Respecto al cine, ha sido un mes bastante prolífico.

Keane: ¿un hombre en busca de su hija raptada o un esquizofrénico? Interesante drama, duro, áspero. La película flojea al final, pero resulta un ejercicio interesante. Un siete.

La gran final: una metáfora sobre la globalización a través de tres grupos de los más heterogéneos que desean ver la final del mundial de Corea y Japón. Simpática en momentos, en otras algo lenta, evidencia las cosas que nos unen. Un seis.

La niebla: nueva visión de la historia de Stephen King. Mucho mejor de lo que me esperaba, no se hace tediosa en ningún momento, si bien el discurso en ocasiones se hace infantil y previsible. Sublime el desenlace aunque fácilmente imaginable. Un seis.

United 93: Peter Greengrass es ese tipo que ha sido capaz de dar contenido y sentido a una simple peli de acción. Entre pelis de Bourne, tuvo la genialidad de realizar una dramatización del triste acontecimiento acaecido en el vuelo del mismo nombre el 11 de noviembre. Impresionante docu-drama, subyugante, aterrador, cruel como la realidad, y soslayando la tentación de la sensiblería y la lágrima barata. Un ocho.

Juego sucio: versión original hongkonnesa de la premiada Infiltrados de Scorsese. Menos tediosa, más dinámica, reducida a lo absolutamente necesario, se reduce a una interesante thriller. Un seis.

Juegos secretos: historia de evasión, el ansia de liberación de los adultos atados a las rutinas de sus vidas, a su pasado y a su presente y con ganas de cambiar el futuro. Descompensada, mal estructurada, mal concluida. Un seis, esencialmente por Kate Winslet.

Iron Man: entretinada adaptación del afamado comic de Marvel. Inteligente casting el del juegas Downey Jr. y Paltrow. Lástima que la historia no acompañe, y decepcionante la visión de los críticos que la han calificado mejor de lo que lo reflejado en la pantalla. Un cinco.

Secretary: típica película que tienes muchas ganas de ver, y esperas y esperas a que llega esa genialidad de la que finalmente te sientes huérfano. Nueva historia de gran idea increíblemente desaprovechada. Un cinco por la originalidad.

Wanted: leer las críticas después de haberla vista me hace pensar en lo condicionantes que pueden llegar a ser las valoraciones ajenas. Mientras a mí me pareció una burda copia de un mix de Snatch y El club de la lucha, con algunas dosis corporales y gestuales Made in Matrix, algunos medios la ensalzan como un fantástico empacho visual. Yo me quedé con hambre. Un cuatro.

Venganza: mucho más entretenida me pareció ésta. Con una historia digna de un telefilme de Antena 3, Liam Nesson se apunta al carro de los héroes maduros. Consumo rápido a la que algunos le achacan la irrealidad de que un cincuentón acabe con una red de trata de blancas. Pues anda que las balas curvas de Jolie y compañía... Un cinco.

Hancock: nueva gran idea y horrendo desenlace. A partir de la primera hora no paras de pensar "con lo bien que iba". Un cinco.

Wall-E: preciosa historia con dos partes claramente distinguidas, al menos para mí. La muda o no asimilable lingüísticamente y otra con una mayor presencia de la expresión oral. La segunda lastra a la primera. No sé si ha sido cuestión de ausencia de osadía o realmente se considera vital la necesidad de diálogos. Se ha comentado la posibilidad que compita en al categoría de mejor película. ¿Por qué no, siempre y cuando no haya mejores películas que ésta, que espero que las haya, por el bien del cine? A pesar de esto, y de un tufillo de ecologismo barato, unas predicciones sobre nuestra vida futura facilonas y desenlace generoso en sensiblería, Wall-E es una estupenda película, original en su planteamiento, y entretenida en todo su metraje. Un siete.

Algo pasa en Las Vegas: pero a nadie le importa. Un cero.

El ranking tras el mes de agosto es: