Manderlay
viernes, 19 de diciembre de 2008
Con un poco de retraso si bien es cierto no quiero perder la oportunidad de felicitar a todos los contribuyentes a la Seguridad Social por su labor desempeñada por cuenta ajena. La Comisión Europea rechazó el pasado viernes la implantación de una jornada laboral de 65 horas laborales. Podemos respirar tranquilos mientras observamos con deleite disiparse los grilletes del nuevo esclavismo. Disfrutemos de las 48 horas semanales actuales, de los ERE, del trabajo precario y los contratos basura. Quizás por eso, defraudados los empleadores por no poder desempolvar el látigo, algunos conocidos han visto reconocido su esfuerzo añadido, o lo que es lo mismo, una ingente cantidad de horas extraordinarias continuas, enjuagadas en una ambiente de volcánica tensión, con algo más que una insultante y arbitraria limosna. Por si algún cacique no se ha enterado, el trabajo, o lo que es lo mismo, la aplicación del tiempo personal en una dedicación ajena a los intereses propios se realiza en contraprestación de activos fungibles.
Etiquetas: Sociedad
1 Comment:
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- Anónimo said...
4:45 p. m.Con la ilusión que me hacía a mi trabajar 65 horas semanales...
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