Peor imposible
jueves, 2 de abril de 2009
No me he postulado respeto a los resultados de las elecciones autonómicas en Euskadi. No sé si el resultado es bueno o malo, si la victoria socialista es oportuna y adecuada o es mejor tratar de mantener la identidad nacionalista para el futuro de las tres provincias vascas. No obstante, la renovación y saneamiento de la administración pública es el único punto positivo que observo con certeza.
Lamentablemente hay otros lugares en los que esta limpieza es necesaria. Y al responsable de esta institución, Luis Fernández, le dirijo la siguiente misiva:
Muy señor mío:
Me dirijo a usted ante el ultrajante trato que la institución que usted dirige y que todos pagamos está dispensando a uno de sus productos y a parte de su audiencia. Es cierto que no somos muchos, considerablemente menos de los que reúne el deporte rey, el fútbol, pero los suficientes como para destacar la negligente tarea desempeñada por TVE en la retransmisión y programación de las dos competiciones baloncestísticas de cuyos derechos de televisión posee en la actualidad. En mi caso, el hartazgo ha alcanzado su límite tras comprobar el desarrollo de las emisiones de los cuartos de final de la Euroliga.
En primer lugar, me resulta dudosa la elección de la eliminatoria de Real Madrid. En realidad, es dudosa su persistente elección de los partidos que disputa el equipo merengue, pero no voy a tratar ese tema dado que mi visión puede verse viciada por ser seguidor de un equipo rival. Lo que es francamente llamativo es que, a pesar de que dos equipos nacionales disputan una de las eliminatorias, sea la del otro equipo la retransmitida. A pesar de que mi razón estima el doble de motivos para emitir en directo la serie que disputan Barcelona y TAU Cerámica, es decir, dos aficiones, dos conjuntos de seguidores que abonan su sueldo y el presupuesto del ente público (y pagan la ingente deuda absorbida por el Estado) no podrían verla. Dos no es más que una. Paradójico, desde luego. Espero que no argumente la peregrina excusa de las autonómicas como alternativa, dado que en la Comunidad de Madrid pudimos seguir el partido por dos canales.
Esperaba que como alternativa, los interesados, pudiéramos seguir el partido por el canal temático de deporte, Teledeporte. Como bien sabe usted, no fue así. No recuerdo que prefirieron emitir el pasado martes 23 de marzo, pero el partido se retransmitió en diferido a partir de las diez y media de la noche. No sé si el motivo era no dañar los intereses comerciales de la segunda cadena de TVE, aunque podría entenderlo y ante la imposibilidad de disfrutar del partido en directo, aislarse durante un par de horas era la mejor de las alternativas.
Lo llamativo ha sido en las dos siguientes citas. Sin variar la elección del partido a retransmitir por La 2, la alternativa de Teledeporte se ha diluido, sustituida por la redifusión de la etapa de la vuelta a Castilla y León, un programa sobre la Premier League y un reportaje de casi tres horas sobre saltos extremos en ski, el pasado jueves, y una maratón de tenis, ante la celebración del Torneo de Miami, de más de doce horas consecutivas. ¿Aceptable la elección? Entiendo que prime el directo, y aunque dude que, durante doce horas, siempre esté disputando un partido un tenista español, puedo vislumbrar el razonamiento humano. Donde sigo sin encontrar visos de inteligencia en es en que un programa de saltos de ski sustituya un acontecimiento en directo, los cuartos de final de una competición europea que disputen dos españoles. Le aseguro que he rebuscado con todo mi afán pero los esfuerzos han sido infructuosos.
El problema ha surgido hoy, cuando en mi penitencia habitual basada en hervirme de vergüenza al ver la elección de su cadena de televisión, he comprobado con sorpresa que la serie a retransmitir había cambiado y era la del Barcelona y TAU la que podríamos ver a través del segundo canal. Sorprendido y airado a la vez, porque no comprendo el cambio a estas alturas. Los dos partidos son igual de importantes y cambiar ahora no es más que reconocer, de manera velada, un error, tratar de apaciguar a los decepcionados usuarios.
Mi aguante se ha agotado al observar con la mayor de las sorpresas que en esta ocasión se van a simultanear dos emisiones en directo, por distintos canales, a diferencia de otros días. Lo que me lleva a cuestionarme los motivos de que esta medida no se haya desarrollado en otras ocasiones. Como mínimo, es ofensivo. Los dos partidos son relevantes, sin duda, dado que la eliminatoria puede llegar a su fin en ambos casos, pero todos los partidos son importantes, la eliminatoria completa lo es. Además, estoy convencido que hay programas que se dejan de retransmitir por dar el partido del Real Madrid, cantidad de contenidos prescindibles, en diferido, programas de relleno mal elaborados o increíblemente tediosos que emitir, si bien en anteriores ocasiones no se ha decidido en ese sentido. Lo peor de todo es que no sé si trata de prevaricación, de un desprecio absoluto hacia los seguidores o simplemente la incapacidad para desarrollar su labor dentro de unos parámetros normales de profesionalidad. Quizás sea momento de apelar a la selección natural. A ello pensaba que en definitiva invocaba su polémico ERE pero que veo que nada ha cambiado.
Este punto me lleva a comentar el desarrollo de su labor de retransmisión. Y no hay nada bueno que pueda destacar. Empezando por las burdas mentiras, las falsas promesas lanzadas en innumerables ocasiones, sobre un cambio, un avance en las emisiones, los compromisos de dar tres series de Euroligas cuando hemos pedido ver una y media… Está claro que poca credibilidad les queda ya. Al comienzo de la presente temporada de ACB, comentaban que todo iba a cambiar. Salvo la ausencia del insustituible Chichi Creus, mientras siguen comentaristas que valen para el baloncesto, concursos de bailes o galas publicitarias sobre la discutible belleza de ciertas comunidades autónomas, poco cambio hemos encontrado. Y si lo ha habido le puedo asegurar que no ha sido evidente o lo ha sido a peor. Seguimos perdiéndonos jugadas por los anuncios, por repeticiones a destiempo, por un primer plano de un jugador sudoroso o porque el realizador de televisión considera más interesante que observemos a los seguidores agitar sus bufandas –sólo una cuestión, los primeros planos tienen que tener una justificación informativa. Si no, se les llama retratos. Los seguidores a los que no paran de enfocar, son lo mismo que nosotros, pero en el campo. No son relevantes- No consigo entender como en los años que llevan retransmitiendo este deporte, no haya síntomas evidentes de un perfeccionamiento de su labor. Todo lo contrario, se han anquilosado en su labor, con el mismo tedio y precariedad de los primeros años. Todo ello tiene un mismo origen, la incapacidad de discernir lo relevante de lo superfluo. Algo igualmente evidente en su programación
Se que esta carta no llegará a ningún lado y que un cortafuegos humano o cibernético lo eliminará. En definitiva, no será si no otro ejemplo de su capacidad de abstracción. El momento en que se abandonen su endogámico territorio y se asomen al mundo real, TVE será realmente una cadena de televisión y no un ente público.
Lamentablemente hay otros lugares en los que esta limpieza es necesaria. Y al responsable de esta institución, Luis Fernández, le dirijo la siguiente misiva:
Muy señor mío:
Me dirijo a usted ante el ultrajante trato que la institución que usted dirige y que todos pagamos está dispensando a uno de sus productos y a parte de su audiencia. Es cierto que no somos muchos, considerablemente menos de los que reúne el deporte rey, el fútbol, pero los suficientes como para destacar la negligente tarea desempeñada por TVE en la retransmisión y programación de las dos competiciones baloncestísticas de cuyos derechos de televisión posee en la actualidad. En mi caso, el hartazgo ha alcanzado su límite tras comprobar el desarrollo de las emisiones de los cuartos de final de la Euroliga.
En primer lugar, me resulta dudosa la elección de la eliminatoria de Real Madrid. En realidad, es dudosa su persistente elección de los partidos que disputa el equipo merengue, pero no voy a tratar ese tema dado que mi visión puede verse viciada por ser seguidor de un equipo rival. Lo que es francamente llamativo es que, a pesar de que dos equipos nacionales disputan una de las eliminatorias, sea la del otro equipo la retransmitida. A pesar de que mi razón estima el doble de motivos para emitir en directo la serie que disputan Barcelona y TAU Cerámica, es decir, dos aficiones, dos conjuntos de seguidores que abonan su sueldo y el presupuesto del ente público (y pagan la ingente deuda absorbida por el Estado) no podrían verla. Dos no es más que una. Paradójico, desde luego. Espero que no argumente la peregrina excusa de las autonómicas como alternativa, dado que en la Comunidad de Madrid pudimos seguir el partido por dos canales.
Esperaba que como alternativa, los interesados, pudiéramos seguir el partido por el canal temático de deporte, Teledeporte. Como bien sabe usted, no fue así. No recuerdo que prefirieron emitir el pasado martes 23 de marzo, pero el partido se retransmitió en diferido a partir de las diez y media de la noche. No sé si el motivo era no dañar los intereses comerciales de la segunda cadena de TVE, aunque podría entenderlo y ante la imposibilidad de disfrutar del partido en directo, aislarse durante un par de horas era la mejor de las alternativas.
Lo llamativo ha sido en las dos siguientes citas. Sin variar la elección del partido a retransmitir por La 2, la alternativa de Teledeporte se ha diluido, sustituida por la redifusión de la etapa de la vuelta a Castilla y León, un programa sobre la Premier League y un reportaje de casi tres horas sobre saltos extremos en ski, el pasado jueves, y una maratón de tenis, ante la celebración del Torneo de Miami, de más de doce horas consecutivas. ¿Aceptable la elección? Entiendo que prime el directo, y aunque dude que, durante doce horas, siempre esté disputando un partido un tenista español, puedo vislumbrar el razonamiento humano. Donde sigo sin encontrar visos de inteligencia en es en que un programa de saltos de ski sustituya un acontecimiento en directo, los cuartos de final de una competición europea que disputen dos españoles. Le aseguro que he rebuscado con todo mi afán pero los esfuerzos han sido infructuosos.
El problema ha surgido hoy, cuando en mi penitencia habitual basada en hervirme de vergüenza al ver la elección de su cadena de televisión, he comprobado con sorpresa que la serie a retransmitir había cambiado y era la del Barcelona y TAU la que podríamos ver a través del segundo canal. Sorprendido y airado a la vez, porque no comprendo el cambio a estas alturas. Los dos partidos son igual de importantes y cambiar ahora no es más que reconocer, de manera velada, un error, tratar de apaciguar a los decepcionados usuarios.
Mi aguante se ha agotado al observar con la mayor de las sorpresas que en esta ocasión se van a simultanear dos emisiones en directo, por distintos canales, a diferencia de otros días. Lo que me lleva a cuestionarme los motivos de que esta medida no se haya desarrollado en otras ocasiones. Como mínimo, es ofensivo. Los dos partidos son relevantes, sin duda, dado que la eliminatoria puede llegar a su fin en ambos casos, pero todos los partidos son importantes, la eliminatoria completa lo es. Además, estoy convencido que hay programas que se dejan de retransmitir por dar el partido del Real Madrid, cantidad de contenidos prescindibles, en diferido, programas de relleno mal elaborados o increíblemente tediosos que emitir, si bien en anteriores ocasiones no se ha decidido en ese sentido. Lo peor de todo es que no sé si trata de prevaricación, de un desprecio absoluto hacia los seguidores o simplemente la incapacidad para desarrollar su labor dentro de unos parámetros normales de profesionalidad. Quizás sea momento de apelar a la selección natural. A ello pensaba que en definitiva invocaba su polémico ERE pero que veo que nada ha cambiado.
Este punto me lleva a comentar el desarrollo de su labor de retransmisión. Y no hay nada bueno que pueda destacar. Empezando por las burdas mentiras, las falsas promesas lanzadas en innumerables ocasiones, sobre un cambio, un avance en las emisiones, los compromisos de dar tres series de Euroligas cuando hemos pedido ver una y media… Está claro que poca credibilidad les queda ya. Al comienzo de la presente temporada de ACB, comentaban que todo iba a cambiar. Salvo la ausencia del insustituible Chichi Creus, mientras siguen comentaristas que valen para el baloncesto, concursos de bailes o galas publicitarias sobre la discutible belleza de ciertas comunidades autónomas, poco cambio hemos encontrado. Y si lo ha habido le puedo asegurar que no ha sido evidente o lo ha sido a peor. Seguimos perdiéndonos jugadas por los anuncios, por repeticiones a destiempo, por un primer plano de un jugador sudoroso o porque el realizador de televisión considera más interesante que observemos a los seguidores agitar sus bufandas –sólo una cuestión, los primeros planos tienen que tener una justificación informativa. Si no, se les llama retratos. Los seguidores a los que no paran de enfocar, son lo mismo que nosotros, pero en el campo. No son relevantes- No consigo entender como en los años que llevan retransmitiendo este deporte, no haya síntomas evidentes de un perfeccionamiento de su labor. Todo lo contrario, se han anquilosado en su labor, con el mismo tedio y precariedad de los primeros años. Todo ello tiene un mismo origen, la incapacidad de discernir lo relevante de lo superfluo. Algo igualmente evidente en su programación
Se que esta carta no llegará a ningún lado y que un cortafuegos humano o cibernético lo eliminará. En definitiva, no será si no otro ejemplo de su capacidad de abstracción. El momento en que se abandonen su endogámico territorio y se asomen al mundo real, TVE será realmente una cadena de televisión y no un ente público.
Etiquetas: TV
1 Comment:
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O los incompetentes son otros???
Que penita madre mía...