Reality Bites









Hace un mes, leí en El País, se hizo eco a través de un artículo, de la realidad que rodea a los jóvenes de hoy en día. Trataba de la generación de los mil euros, o también denominado los mileuristas. Lo que viene a contra, para todos los perezosos que no quieran gastar dos minutos de su vida en leer el artículo, habla de la precariedad laboral de los actuales jóvenes, de nuestra generación, que ven como sus sueldos, los trabajos que ejercen, las condiciones de los mismo se sitúan por debajo de, supuestamente, corresponderían a su nivel de estudios.

He de reconocer que no me siento del todo identificado pero sí que entiendo y me solidarizo con ellos. Yo he tenido la suerte de poder hacer dos masters gracias a "Papá" y que con el curro he tenido todavía más suerte. Cobro más de mil euros brutos y puedo incluso ahorrar. Es cierto que no puedo comprarme una casa y que todavía soy temporal, pero es probable que en enero me hagan fijo y me suban el sueldo.

Pero también es cierto que lo que gano económicamente, lo pierdo socialmente. Esta semana he trabajado más de 60 horas, entrando a las ocho de la mañana, llegando a las dos y media del día siguiente y comiendo en media hora o incluso delante del ordenador. Llego a casa sin ganas de nada y el fin de semana lo que menos me apetece es salir (probablemente por eso ahorre). ¿Vivo mejor que los mileuristas? Probablemente sí, pero tampoco mucho mejor. Mirando hacia arriba sí. Mirando a mi alrededor, mejor cierro la boca y sigo tecleando.

 

3 Comments:

  1. Anónimo said...
    Te entiendo perfectamente, aunque los de GAPO sean más generosos que los de AFI.
    Anónimo said...
    Muy acertada la reflexión del ahorro,
    realmente yo los viernes estoy tan jodido que solo pienso en ver peliculas (este fin de semana 4)piratedas (más ahorro) en el sofá de mi casa hipotecada.

    Cuando tenga lo suficiente compraré un Audi A4 de 200 cv diesel, venderé mi vivienda madrileña y me volveré a Oviedo a observar las palomas.

    Realmente no se si es que se puede vivir con poco dinero o es que es jodido gastarlo desde una mesa de ordenador. Yo ahorraba, ahora me doy al snow...
    Anónimo said...
    Trabajar mucho embrutece y nadie lo agradece.

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