Dead man walking
miércoles, 14 de diciembre de 2005
Anoche fue ejecutada la pena de muerte de un hombre. Indistintamente del pecado cometido, del delito, de la falta, nunca habrá suficiente justificación para acabar con el latido de un alma. Fuera o no culpable Stanley Tookie Williams, no somos nadie como para arrebatarle la vida. Fuera o no un asesino, su muerte no cambia nada. Descanse en paz su alma y nuestras conciencias.
Etiquetas: Política
1 Comment:
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Una pena que muchos no piensen de la misma forma...