Dead man walking

Anoche fue ejecutada la pena de muerte de un hombre. Indistintamente del pecado cometido, del delito, de la falta, nunca habrá suficiente justificación para acabar con el latido de un alma. Fuera o no culpable Stanley Tookie Williams, no somos nadie como para arrebatarle la vida. Fuera o no un asesino, su muerte no cambia nada. Descanse en paz su alma y nuestras conciencias.

 

1 Comment:

  1. Anónimo said...
    Me alegra saber que tenemos la misma opinión sobre el tema.
    Una pena que muchos no piensen de la misma forma...

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