Detrás de la noticia
miércoles, 22 de febrero de 2006
Carta abierta al director del Marca:
A quien corresponda:
Como anunciaba al inicio de mi misiva, asistí perplejo a un hecho tan asombroso como deleznable. En la contraportada de ese cuadernillo, en la sección denominada “El dardo de Zamora”, el periodista (imagino que homónimo) exponía lo que transcribo a continuación: “Masiva presencia de la afición del TAU. Ha llamado la atención en estas dos primeras jornadas de cuartos de final la masiva presencia de aficionados del TAU. Superaron en número a los demás pese a que teóricamente se repartieron las mismas entre los clubes. Muchos se preguntaron cómo consiguieron tantas.”
No sé si debo de sospechar de las nulas dotes periodísticas del susodicho Zamora, de la absoluta subjetividad de la que hace gala el periódico, de la necesidad imperante y verdaderamente alarmante de un editor y la impunidad de la manipulación de los hechos. Un periodista que obedece realmente a la definición, premisas y código ético de su profesión, o lo que es lo mismo, un periodista de los pies a la cabeza, hubiese sido incapacidad de escribir esa diatriba. Un periodista hubiese consultado a qué obedece la presencia tan numerosa de seguidores baskonistas y probablemente hubiese sabido o descubiertos más pronto que tarde (con entrar en el página web de manera esporádica lo hubiese sabido) que fueron éstos los más rápidos a la hora de hacerse con las entradas que
La verdad es que una vez transcurrida la furia inicial y asumida la incapacidad de realizar su trabajo, comenzaron mis sospechas de que no se trataba de una problema de aptitudes (aunque algo de ello hay, si se lee el diario con un sentimiento medianamente crítico) si no también o quizás únicamente de actitudes. Curiosamente, el mismo día que sale ese “dardo”, se enfrentan en las semifinales de Copa el Baskonia y el Real Madrid. Y curiosamente, ese mismo día, cuando estoy dispuesto a disfrutar del duelo con los otros seguidores baskonistas, me encuentro con que además gozaré de la compañía privilegiada, ya que en ningún otra parte del pabellón estaban en un número tan elevado, de la policía. Dice que tres son multitud, así que decidimos trasladarnos y proporcionar de cierta intimidad a los baskonistas que realmente tenían su localidad allí y a la guardia nacional, y nos traslados al fondo opuesto para animar a nuestro equipo. Pero algo debemos de tener los vascos, un atractivo animal desconocido hasta ahora, una destreza insospechada para la seducción, licenciados en artes amatorias, quién sabe, pero lo cierto es que nada más llegar a nuestra nuevas localidades, nuevos fans surgieron y al rato nos vimos semi-rodeados por más policía nacional.
Dejando aparte la ironía, he de reconocer que si la tristeza me embargaba cuando pensaba que su diario, o ese conjunto de páginas con las que ni siquiera el pescado aceptaría que le envolvieran, es el más leído en este país, después de comprobar que son capaces de mostrar su más absoluto desconocimiento, por no definirlo como estupidez, sin ningún tipo de reparo, sólo puedo esperar que algún día el público vea la luz y destrone al pasquín madridista. Si realmente el objeto de su comentario era manipular la opinión de su amplio público, la ignominia mostrada, la desfachatez y el gusto por la calumnia, entenderé que no ha sido más que mantener la línea editorial del periódico, esa que les ha permitido consolidarse en esa mundo circense del deporte del que forman parte Gil, Gaspar, Villar y algún otro ser superior que prefiero no mentar.
Etiquetas: Deporte
Que por cierto, quiero aprovechar esta oportunidad que me brinda este magnifico aunque nunca bien ponderado blog para que lo tengais en vuestras mentes, no al Marca, sino a ese equipo de futbol que tanto alegraba la tarde de los domingos y cuyo descenso a categorias inferiores hizo que la liga italiana fuese declarada la mejor liga de Europa.
Ya se que es muy triste de pedir, pero mas triste es de robar.
A cascarla todos los que se sientan aludidos
Imagino que las imágenes de las victorias de Barça y Baskonia no llegaron a Torrespaña: no hicieron ninguna mención sobre ello.
Y luego fijo que no entienden que estemos indignados...