Zelig
miércoles, 5 de julio de 2006
Un año más. Se dice que para que tu vida sea completa, tienes que plantar un árbol, escribir un libro y tener un hijo. Un año más. Momento de echar la vista atrás y comprobar en que ha cambiado la vida de uno. El vértigo de haber desperdiciado los últimos 365 días terrenales, me hacen pensar en lo que me hubiera gustado hacer.
Ójala hubiese podido crear y, al menos, haber cantado una vez, siquiera haber susurrado con la voz mancillada, herida de los vicios de la noche cual Sabina, el Aún que tú no lo sepas de Quique González que hizo inolvidable Enrique Urquijo.
Quisiera haber firmado la agridulce realidad que Woody Allen mostraba en la imborrable Annie Hall, el encanto del desamor y la angustia del enamoramiento, las vicisitudes de la pareja y sobre todo, el eterno recuerdo del amor, independiente de su destino y sentido.
Desearía estar en boca de todos con un ser o no ser nacido de mi pluma, haber dado a luz a un atormentado príncipe danés, huérfano de padre y traicionado por madre, con amigos de nombres tan inolvidables como Rosencrantz y Guildenstern.
"HAMLET:Ser o no ser... He ahí el dilema.¿Qué es mejor para el alma,sufrir insultos de Fortuna, golpes, dardos,o levantarse en armas contra el océano del mal,y oponerse a él y que así cesen? Morir, dormir...Nada más; y decir así que con un sueñodamos fin a las llagas del corazóny a todos los males, herencia de la carne,y decir: ven, consumación, yo te deseo. Morir, dormir,dormir... ¡Soñar acaso! ¡Qué difícil! Pues en el sueñode la muerte ¿qué sueños sobrevendráncuando despojados de ataduras mortalesencontremos la paz? He ahí la razónpor la que tan longeva llega a ser la desgracia.¿Pues quién podrá soportar los azotes y las burlas [del mundo,la injusticia del tirano, la afrenta del soberbio,la angustia del amor despreciado, la espera del juicio,la arrogancia del poderoso, y la humillaciónque la virtud recibe de quien es indigno,cuando uno mismo tiene a su alcance el descansoen el filo desnudo del puñal? ¿Quién puede soportartanto? ¿Gemir tanto? ¿Llevar de la vida una cargatan pesada? Nadie, si no fuera por ese algo tras la [muerte—ese país por descubrir, de cuyos confinesningún viajero retorna— que confunde la voluntadhaciéndonos pacientes ante el infortunioantes que volar hacia un mal desconocido.La conciencia, así, hace a todos cobardesy, así, el natural color de la resoluciónse desvanece en tenues sombras del pensamiento;y así empresas de importancia, y de gran valía,llegan a torcer su rumbo al considerarsepara nunca volver a merecer el nombrede la acción. Pero, silencio... la hermosa Ofelia ¡Ninfa,en tus plegarias, jamás olvides mis pecados!"
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