Una verdad incómoda

Todavía no había comentado nada sobre la noticia con la que cerré la pasada semana laboral pero que me hizo apagar el PC de la oficina con una sonrisa de oreja a oreja. Acciona llevará a cabo una serie de medidas para reducir el consumo energético y la emisiones de CO2, centradas en un menor uso de los dispositivos climáticos de sus dependencias en la época estival. Para evitar lipotimias de sus empleados, la empresa ha determinado unas nuevas pautas de vestimenta esencialmente, basadas en el abandono de trajes, corbatas y prendas de manga larga, siempre y cuando las circunstancias laborales no recomienden hacer uso de este tipo de prendas.

Siendo una empresa como es, y con una elevada participación en una empresa eléctrica, es inevitable dudar del verdadero fin de la medida, asomando el ahorro de costes como el fin ulterior de la medida. Pero la noticia al menos pone de manifiesto uno de las realidades que la vida cotidiana, y esencialmente, la laboral manifiesta día a día. Si en verano, sacamos las prendas cortas, finas y que permitan reducir nuestra temperatura corporal, ¿por qué narices nos ponemos chaquetas, nos anudamos corbatas al cuello y usamos manga larga a la hora de trabajar? ¿Tan relevante es la imagen corporativa para que únicamente la "disfrute" la corporación? El hombre se distingue de los animales por su racionalidad, pero mientras éstos mudan su pelaje en el verano para aclimatarse a las altas temperaturas, el animal laboral no distingue entre épocas o estaciones del año. Borregos al cuadrado: pusilánimes y con lana.

 

2 Comments:

  1. J.RUBINES said...
    Me alegro por ti y estoy de acuerdo, al fin y al cabo, el hábito no hace al monje. Por cierto, el hombre no se diferencia del resto de animales por ser racional, sino por ser racional e irracional, no?
    Anónimo said...
    Yo llevo como un mes sin ponerme corbata en el curro.
    Claro que a mi no me lo ha sugerido nadie.... xD

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