28 días después
miércoles, 1 de octubre de 2008
La apuesta con Leire no me ha servido de acicate por lo que parece ya que en este primer mes sólo me he leído dos libros. El tercero lo tengo a punto pero la maldita crisis financiera no me permite levantar la vista de los periódicos y notas acumuladas. Por otro lado, para dotar de una mayor transparencia a esta sección indicaré a partir de ahora en que he perdido el tiempo.
Han caído:
Expiación: uno de los libros más laureados en los últimos tiempos. Una narrativa impresionante en la que se evita en todo momento la narrativa enunciativa, apelando a la percepción de la realidad a través de las sensaciones y sentimientos. El único punto negro las largas e hiperdetalladas descripciones de los ambientes y escenarios.
El libro de la selva: la obra de Rudyard Kipling no es que me haya decepcionado. Es que es la primera novela que me gusta más su versión cinematográfica. Novela tampoco por cierto, porque la historia apenas son cuarenta páginas. Las restantes historias anodinas a mi parecer, salvo la última, sobre un diálogo entre la composición equina y cuadrúpeda del ejército indio.
En lo cinematográfico me he puesto las pilas a última hora, pero la verdad es que más por hacer bulto que por otra cosa, porque ha sido lastimosa mis elecciones.
Death race: serie Z. A la altura de Cyborg de Van-Damme. Un 0.
Camino a casa: Oso de plata y premio del jurado en el festival de Berlín de 2000. Sin dudar del criterio de otras personas, no me parece que una historia, conmovedora o no, previsible, dibujada con gusto y criterio pero fácil de intuir y precariamente desarrollada. Un cuatro.
The bank job: me gustan las pelis de robos. Me encantan. Pero cuando los subtítulos son incoherentes y pierdo parte de la información me mola menos. Y si encima se quiere repetir el éxito del estilo (hiperrepetido) de Guy Ritchie, el tufillo a visto le resta interés. Un tres.
El increíble Hulk: sólo por cambiar a Bana por Norton se aumenta un punto. Pero cambiar a Ang Lee por Louis Leterrier es cambiar la profundidad por la espectacularidad. Una combinación hubiese sido explosiva. Un tres.
La búsqueda 2: lo repito de nuevo. Me gustan las pelis de robos. Con ambas partes de la saga me ha pasado lo mismo. Perfectas pelis de autobús en un principio, se exceden de ficción en su última parte. Un dos.
Kung-Fu Panda: sonríes en ocasiones y el doblaje de Florentino es muy bueno pero la peli se olvida de inmediato. Un cuatro.
Hellboy 2: Del Toro es un directo superlativo. En el sentido completo de la palabra. Se nota su esencia en todos los ámbitos de la película. Su imaginación es desbordante, en ocasiones atosigante y no dudo de que es capaz de desarrollar en imágenes lo que su imaginación crea. Pero la historia es irrisoria, plana, nula. Un cuatro por el nuevo mundo generado.
El caballero oscuro: vaya por delante que esta película hay que verla en versión original, error que yo cometí. Ledger firma uno de los mejores malos de la historia y la película tiene una carga moral relevante y novedosa en este tipo de películas. No obstante, tanto giro me resulta por convincente y difícilmente creíble. Asimismo, los largos discursos de algunos personajes resultan en ocasiones diatribas, diálogos artificiosos faltos de sentido en cuanto se escarbar en la superficie. Un siete.
Ladrones: si en la primera escena compruebas que se trata en el metro de Bilbo y cuando alcanzan la superficie se trata de Madrid, es normal que te escame la película. Pero el abuso de planos americanos a cámara lenta y música in crescendo te confirman que te encuentras ante un producto prediseñado, reconocible y, por tanto, predecible. Un cuatro.
Mataharis: Icíar Bollaín puede alardear de una cosa. Nunca ha hecho una peli mala. Y ésta tampoco lo es, pero es cierto que no ha conseguido, por lo menos, en las que conozco, presentar un producto redondo. Esta historia de mujeres detectives resulta interesante pero en el momento que superas la extrañeza de reconoce a una mujer como investigadora privada, la historia debería darte más, algo que no sucede. Un seis.
Zombies party: descerebrada comedia sobre zombies que, apelando al moderno lenguaje visual británico, se burla del género. Divertida, más en su primera mitad, con esa crítica ácida al aislamiento del individuo particular respecto a la sociedad. Un seis.
Arma fatal: del mismo equipo (director Edward Right y actores Bill Nighy y Chris Waitt), en esta ocasión deciden mofarse de las buddy movies y en concreto de las pelis de policías, como su nombre indica. Sus virtudes y sus defectos son los de la primera, aunque su decaimiento es únicamente en el último tramo y la previsibilidad de ciertas escenas. Un siete.
Y el ranking queda al igual que el mes pasada ya que no hay ninguna novedad:
10º - Wall - E (7)
9º - Diario de un escándalo (7)
8º - Atrapado por su pasado (7)
7º - La boda de Tuya (7)
6º - Antes de que el diablo sepa que has muerto (8)
5º - United 93 (8)
4º - Las tortugas también vuelan (8)
3º - Zodiac (8)
2º - Sympathy for Mr. Vengeance (8)
1º - La jauría humana (9)
Han caído:
Expiación: uno de los libros más laureados en los últimos tiempos. Una narrativa impresionante en la que se evita en todo momento la narrativa enunciativa, apelando a la percepción de la realidad a través de las sensaciones y sentimientos. El único punto negro las largas e hiperdetalladas descripciones de los ambientes y escenarios.
El libro de la selva: la obra de Rudyard Kipling no es que me haya decepcionado. Es que es la primera novela que me gusta más su versión cinematográfica. Novela tampoco por cierto, porque la historia apenas son cuarenta páginas. Las restantes historias anodinas a mi parecer, salvo la última, sobre un diálogo entre la composición equina y cuadrúpeda del ejército indio.
En lo cinematográfico me he puesto las pilas a última hora, pero la verdad es que más por hacer bulto que por otra cosa, porque ha sido lastimosa mis elecciones.
Death race: serie Z. A la altura de Cyborg de Van-Damme. Un 0.
Camino a casa: Oso de plata y premio del jurado en el festival de Berlín de 2000. Sin dudar del criterio de otras personas, no me parece que una historia, conmovedora o no, previsible, dibujada con gusto y criterio pero fácil de intuir y precariamente desarrollada. Un cuatro.
The bank job: me gustan las pelis de robos. Me encantan. Pero cuando los subtítulos son incoherentes y pierdo parte de la información me mola menos. Y si encima se quiere repetir el éxito del estilo (hiperrepetido) de Guy Ritchie, el tufillo a visto le resta interés. Un tres.
El increíble Hulk: sólo por cambiar a Bana por Norton se aumenta un punto. Pero cambiar a Ang Lee por Louis Leterrier es cambiar la profundidad por la espectacularidad. Una combinación hubiese sido explosiva. Un tres.
La búsqueda 2: lo repito de nuevo. Me gustan las pelis de robos. Con ambas partes de la saga me ha pasado lo mismo. Perfectas pelis de autobús en un principio, se exceden de ficción en su última parte. Un dos.
Kung-Fu Panda: sonríes en ocasiones y el doblaje de Florentino es muy bueno pero la peli se olvida de inmediato. Un cuatro.
Hellboy 2: Del Toro es un directo superlativo. En el sentido completo de la palabra. Se nota su esencia en todos los ámbitos de la película. Su imaginación es desbordante, en ocasiones atosigante y no dudo de que es capaz de desarrollar en imágenes lo que su imaginación crea. Pero la historia es irrisoria, plana, nula. Un cuatro por el nuevo mundo generado.
El caballero oscuro: vaya por delante que esta película hay que verla en versión original, error que yo cometí. Ledger firma uno de los mejores malos de la historia y la película tiene una carga moral relevante y novedosa en este tipo de películas. No obstante, tanto giro me resulta por convincente y difícilmente creíble. Asimismo, los largos discursos de algunos personajes resultan en ocasiones diatribas, diálogos artificiosos faltos de sentido en cuanto se escarbar en la superficie. Un siete.
Ladrones: si en la primera escena compruebas que se trata en el metro de Bilbo y cuando alcanzan la superficie se trata de Madrid, es normal que te escame la película. Pero el abuso de planos americanos a cámara lenta y música in crescendo te confirman que te encuentras ante un producto prediseñado, reconocible y, por tanto, predecible. Un cuatro.
Mataharis: Icíar Bollaín puede alardear de una cosa. Nunca ha hecho una peli mala. Y ésta tampoco lo es, pero es cierto que no ha conseguido, por lo menos, en las que conozco, presentar un producto redondo. Esta historia de mujeres detectives resulta interesante pero en el momento que superas la extrañeza de reconoce a una mujer como investigadora privada, la historia debería darte más, algo que no sucede. Un seis.
Zombies party: descerebrada comedia sobre zombies que, apelando al moderno lenguaje visual británico, se burla del género. Divertida, más en su primera mitad, con esa crítica ácida al aislamiento del individuo particular respecto a la sociedad. Un seis.
Arma fatal: del mismo equipo (director Edward Right y actores Bill Nighy y Chris Waitt), en esta ocasión deciden mofarse de las buddy movies y en concreto de las pelis de policías, como su nombre indica. Sus virtudes y sus defectos son los de la primera, aunque su decaimiento es únicamente en el último tramo y la previsibilidad de ciertas escenas. Un siete.
Y el ranking queda al igual que el mes pasada ya que no hay ninguna novedad:
10º - Wall - E (7)
9º - Diario de un escándalo (7)
8º - Atrapado por su pasado (7)
7º - La boda de Tuya (7)
6º - Antes de que el diablo sepa que has muerto (8)
5º - United 93 (8)
4º - Las tortugas también vuelan (8)
3º - Zodiac (8)
2º - Sympathy for Mr. Vengeance (8)
1º - La jauría humana (9)
Etiquetas: Cultura
1 Comment:
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- Anónimo said...
12:57 p. m.tanto os aburris? como para hacer ese tipo de apuestas?
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