Mentiras y gordas
miércoles, 19 de enero de 2011
La inauguración de todos los años tiene dos hechos indisociables que los acompañan: la resaca y las promesas o propósitos para el nuevo año. Como este año no hubo de la primera, me he decidido por un extra de la segunda. Este año me aventuro con más promesas de las habituales, que siempre van asociadas a películas y libros, propósitos que renovaré porque los clásicos nunca mueren, y sobre todo, que trataré de cumplir. Así que empezamos bien, un poquito del habitual autoengaño.
El primero de mi propósito va asociado con este blog. Y es que lo que debo tratar es de que no muera, a pesar de que con el reducido número de seguidores (ni siquiera mi santa lo lee), está más que enterrado. Así que me comprometo a escribir un post al menos a la semana. Es decir, que debo acabar 2011 con 52 entradas en el blog. Para evitar actos fraudulentos, sólo de uno de cada cuatro puede tener menos de un párrafo de extensión.
El segundo de mis compromisos es alcanzar los 65 kilos de peso y no superar los 70 a cierre de año. La segunda parte la había conseguido en septiembre pero me he desviado ligeramente. Objetivo los 65, de todas maneras.
El tercero de los objetivos es tener al menos un plan a la semana. Y cuando me refiero a un plan me refiero, a ir al cine, al teatro, una cena con amigos, cena fuera con la pareja, un concierto, un viaje, una visita a un museo o exposición. Juega nocturna, jornada maratoniana de compras… para los hijos de la “diáspora” os puedo asegurar que es habitual dejarse llevar y reducir la vida al tedio absoluto, dejarse llevar en lo anodino, habitual y rutinario. Propósito de hacerle frente a ello.
Relacionado con lo anterior, el siguiente es el de no perder el tiempo. No gastarlo mirando la tele con absoluta desidia. Hacer cosas con un objetivo, que repercutan positivamente, que me enriquezcan o, al menos, que no me atonten. No ver la tele por verla, no dormir por pereza, no vaguear como un perezoso.
Llegamos ya a los habituales, los clásicos. La apuesta, porque al final tiene un componente de atrevimiento, de bocazas dado que al final no lo cumplo, sobre lectura y películas.
Por un lado, he de reducir el número de ejemplares de Cinemanía en un tercio. El número de revistas sin leer completamente se extiende hasta 2002-2003. Por lo tanto, como máximo –hay número intermedios leídos- es de 12 x 9 = 108 revistas. He de reducirlas a 72 números. A esa cuantía habría que añadir los números que se publiquen a lo largo de este año. En definitiva, tendría que leer 4 “cinemanías” cada mes, una por semana.
A esto hay que añadir que tengo que tener leído todo periódico, artículo o revista semanal prehistórica que esté en mi casa. Antes de terminar en casa, el periódico más antiguo que no sea para guardar debe haberse publicado como muy tarde en diciembre de 2011.
Y hablando de muertos en el armario, otro de los propósitos es ver todas esas grabaciones acumuladas en el disco duro multimedia que he ido acumulando desde que lo compré. Por poner una cifra, de los 400 gb de memoria, debo alcanzar al menos, 500 gb.
Para terminar, lo que todo el mundo espera. La apuesta clásica. Libros y película a leer y ver en 2011. En el último año he visto 102 películas y he leído 19 libros y 2 comics (el resumen del año lo haré en el siguiente post). En 2011 debo ver otro centenar de películas, y leer quince libros que estén en mi poder, es decir, no cuentan los que sean de la biblioteca o prestados por algún conocido. Tienen que estar actualmente en las estanterías de casa (el año pasado, 13 de los 19 libros eran propios).
¿Qué supone todo esto? Que cada semana tendré que leerme un “cinemanía”, ver dos películas, planear algo que hacer, leer un tercio de libro, una vez me haya desecho de alguno de los vestigios de periódicos que tenga en casa, ir a correr tres veces para adelgazar, sin olvidarme de escribir un post, que total, puede tratar de lo que he hecho o leído en la semana. Desde luego, aunque no alcance todos los objetivo, cumplir el propósito de aprovechar el tiempo parece garantizado.
El primero de mi propósito va asociado con este blog. Y es que lo que debo tratar es de que no muera, a pesar de que con el reducido número de seguidores (ni siquiera mi santa lo lee), está más que enterrado. Así que me comprometo a escribir un post al menos a la semana. Es decir, que debo acabar 2011 con 52 entradas en el blog. Para evitar actos fraudulentos, sólo de uno de cada cuatro puede tener menos de un párrafo de extensión.
El segundo de mis compromisos es alcanzar los 65 kilos de peso y no superar los 70 a cierre de año. La segunda parte la había conseguido en septiembre pero me he desviado ligeramente. Objetivo los 65, de todas maneras.
El tercero de los objetivos es tener al menos un plan a la semana. Y cuando me refiero a un plan me refiero, a ir al cine, al teatro, una cena con amigos, cena fuera con la pareja, un concierto, un viaje, una visita a un museo o exposición. Juega nocturna, jornada maratoniana de compras… para los hijos de la “diáspora” os puedo asegurar que es habitual dejarse llevar y reducir la vida al tedio absoluto, dejarse llevar en lo anodino, habitual y rutinario. Propósito de hacerle frente a ello.
Relacionado con lo anterior, el siguiente es el de no perder el tiempo. No gastarlo mirando la tele con absoluta desidia. Hacer cosas con un objetivo, que repercutan positivamente, que me enriquezcan o, al menos, que no me atonten. No ver la tele por verla, no dormir por pereza, no vaguear como un perezoso.
Llegamos ya a los habituales, los clásicos. La apuesta, porque al final tiene un componente de atrevimiento, de bocazas dado que al final no lo cumplo, sobre lectura y películas.
Por un lado, he de reducir el número de ejemplares de Cinemanía en un tercio. El número de revistas sin leer completamente se extiende hasta 2002-2003. Por lo tanto, como máximo –hay número intermedios leídos- es de 12 x 9 = 108 revistas. He de reducirlas a 72 números. A esa cuantía habría que añadir los números que se publiquen a lo largo de este año. En definitiva, tendría que leer 4 “cinemanías” cada mes, una por semana.
A esto hay que añadir que tengo que tener leído todo periódico, artículo o revista semanal prehistórica que esté en mi casa. Antes de terminar en casa, el periódico más antiguo que no sea para guardar debe haberse publicado como muy tarde en diciembre de 2011.
Y hablando de muertos en el armario, otro de los propósitos es ver todas esas grabaciones acumuladas en el disco duro multimedia que he ido acumulando desde que lo compré. Por poner una cifra, de los 400 gb de memoria, debo alcanzar al menos, 500 gb.
Para terminar, lo que todo el mundo espera. La apuesta clásica. Libros y película a leer y ver en 2011. En el último año he visto 102 películas y he leído 19 libros y 2 comics (el resumen del año lo haré en el siguiente post). En 2011 debo ver otro centenar de películas, y leer quince libros que estén en mi poder, es decir, no cuentan los que sean de la biblioteca o prestados por algún conocido. Tienen que estar actualmente en las estanterías de casa (el año pasado, 13 de los 19 libros eran propios).
¿Qué supone todo esto? Que cada semana tendré que leerme un “cinemanía”, ver dos películas, planear algo que hacer, leer un tercio de libro, una vez me haya desecho de alguno de los vestigios de periódicos que tenga en casa, ir a correr tres veces para adelgazar, sin olvidarme de escribir un post, que total, puede tratar de lo que he hecho o leído en la semana. Desde luego, aunque no alcance todos los objetivo, cumplir el propósito de aprovechar el tiempo parece garantizado.
Etiquetas: Yo...
2 Comments:
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Buena semana ! Y que sigas escribiendo/leyendo/viendo/corriendo/saliendo etc ;-)
Todo el mundo que somos... ¿tres?
xD