Cosas que hacen que la vida valga la pena
miércoles, 23 de febrero de 2011
Por ejemplo, un párrafo como éste:
A cambio, él le llevó a Oxford, desde su casita de campo, una selección de discos que quería que ella aprendiera a apreciar. Inmóvil en su asiento, ella escuchó a Chuck Berry pacientemente, con los ojos, cerrados y una concentración excesiva. Él pensó que quizá no le gustara “Roll over Beethoven”, pero a ella le pareció divertidísima. Él puso sus “torpes pero honorables” versiones de las canciones de Chuck Berry hechas por los Beatles y los Rolling Stones. Ella intentó encontrar algo elogioso que decir sobre cada uno, pero empleó palabras como “alegre”, “animado” o “sentido”, y él supo que simplemente procuraba ser amable. Cuando el sugirió que ella en realidad, no “conectaba” con el rock and roll y que no había motivo para que siguiera intentándolo, ella admitió que lo que no aguantaba era la percusión. Cuando las canciones eran tan elementales, casi todas un simple cuatro por cuatro, ¿por qué aquel incesante golpeteo, estrépito y repiqueteo para llevar el compás? ¿A qué venía, cuando ya había una guitarra rítmica y a menudo un piano? Si los músicos necesitaban oír los compases, ¿por qué no utilizaban un metrónomo? ¿Y si el cuarteto Enismore añadía un batería? Él la besó y le dijo que era la persona más cuadrada de toda la civilización occidental.
- Pero me quieres -dijo ella
- Por consiguiente, te quiero.
Chesil Beach (2007) – Ian McEwan
A cambio, él le llevó a Oxford, desde su casita de campo, una selección de discos que quería que ella aprendiera a apreciar. Inmóvil en su asiento, ella escuchó a Chuck Berry pacientemente, con los ojos, cerrados y una concentración excesiva. Él pensó que quizá no le gustara “Roll over Beethoven”, pero a ella le pareció divertidísima. Él puso sus “torpes pero honorables” versiones de las canciones de Chuck Berry hechas por los Beatles y los Rolling Stones. Ella intentó encontrar algo elogioso que decir sobre cada uno, pero empleó palabras como “alegre”, “animado” o “sentido”, y él supo que simplemente procuraba ser amable. Cuando el sugirió que ella en realidad, no “conectaba” con el rock and roll y que no había motivo para que siguiera intentándolo, ella admitió que lo que no aguantaba era la percusión. Cuando las canciones eran tan elementales, casi todas un simple cuatro por cuatro, ¿por qué aquel incesante golpeteo, estrépito y repiqueteo para llevar el compás? ¿A qué venía, cuando ya había una guitarra rítmica y a menudo un piano? Si los músicos necesitaban oír los compases, ¿por qué no utilizaban un metrónomo? ¿Y si el cuarteto Enismore añadía un batería? Él la besó y le dijo que era la persona más cuadrada de toda la civilización occidental.
- Pero me quieres -dijo ella
- Por consiguiente, te quiero.
Chesil Beach (2007) – Ian McEwan
Etiquetas: Yo...
28 días después
martes, 22 de febrero de 2011
Mal he comenzado el año pero bueno… hay tiempo para recuperarse (lo del autoengaño me parece que va a ser más difícil de curar). Para calentar, ahí va un nuevo post de 28 días después. En realidad, debería llamarse 365 días después, dado que es el ranking de las 102 películas vistas en 2010.
Gandhi: podría haber sido ésta o El cuarto mandamiento, El diablo dijo no, Tarde de perros, Vals con Bashir o Kamchatka. Para todas un ocho. Quizás me he quedado con ésta por lo icónico del personaje, el interés que me despierta y por ser una película que tenía pendiente desde hacía mucho tiempo pero que cuya duración me echaba atrás.
Cautivos del mal: si veis habitualmente Días de cine, hay una imagen de una travelling de cámara con grúa que se dirige al objetivo de la cámara que siempre me he preguntado de qué película era. Bueno pues es la primera imagen de esa película. Sólo por eso ya sumaba un par de puntos. El resto, gracias a cada una de las historias de los tres personajes respecto al productor Kirk Douglas, personaje central, que narra la película, si bien la manera de cerrar cada una de ellas no me convenció del todo. Por ello, los dos puntos menos y se queda en ocho.
Caos calmo: Nani Moretti es uno de esos tipos con el que te irías de cañas. Tiene pinta de hombre afable, familiar, atento, honrado… un buen tipo. Y en sus películas siempre hay algo de ese tipo que nos parece que es. En este caso, pierde a su mujer y encuentra el refugio que necesita en el banco del parque que hay enfrente del colegio de su hija. A partir de ahí, calma el caos de su vida. Extraordinario planteamiento simple que no pierde fuelle de la película, ni en la increíble sonrisa que te hace esbozar la amargura subyacente. Otro ocho para Don Moretti.
Plácido: hay unas cuantas películas del cine de español de los 50-60, que tengo pendientes de ver, y entre ellas dos de Berlanga, ésta una y Calabuch la otra. La historia de Cassen y la letra de la moto y la campaña navideña de poner un pobre en su mesa son la excusa para la típica película coral de Berlanga, donde reina el caos por encima de todas las cosas. Un guirigay agotador, que mataría los nervios de cualquiera, pero que imposiblemente borra la sonrisa que genera la genialidad del tándem Azcona-Berlanga. Ocho igualmente.
La familia Savages: a pesar de que se pueda interpretar de una de esas historias de familia desestructurada, me parece más la narración de cómo afrontar la vejez y muerte de un ser querido, del progenitor en este caso. Las historias secundarios resultan vacuas, puro espumillón, pero sirven para definir el carácter de los personajes. Un drama necesario en estos tiempos de la ley de dependencia. Peli de ocho.
Toy Story 3: no es una película infantil. Su público objetivo son aquellos que disfrutaron con la primera de las películas, hace ya una quince año y que si entonces tenían 7-10 años, ahora deben afrontar una nueva etapa en la vida. El abandono de la niñez, la adquisición de responsabilidades, la transición de etapas vitales, incluso la muerte, son temas que afronta la película con una delicadez desconocida en las películas supuestamente infantiles. Puede que ante ese público objetivo o tratando de que sea para todos los públicos sea algo superficial o evidente su argumentación o narrativa y que se eche de menos algo más de humor, muy centrado en Ken y Barbie, pero es una señora película, de ocho tirando a nueve.
Madame D. : vista por encargo, ha sido un descubrimiento. Hasta ahora sólo había visto una película de Max Ophüls, Atrapados, que me encanta pero ésta me enganchó desde el primer minuto. Esos planos multitudinarios, laboriosos, la sencillez de la historia sin restar un ápice a su dramatismo, la combinación de humor y drama… Cada vez que la rememoro más me gusta. Le puse originariamente un 8 pero creo que ahora le daría ya un diez.
Dogville: otra asignatura pendiente. Soy seguidor de Von Trier (motivo de coña para muchos) y prácticamente todas sus películas me han gustado (antes de valorar un punto ya llevan todas de serie). Las casi tres horas de película han hecho que tardara siete año en verla. Craso error. Gran película, minimalista en su ornamentación, habla de la miseria humana, de la maldad interior e innata, del ansia de poder, del egoísmo. Es casi una fábula, algo cruel eso es cierto, pero cuidadosamente cuidada en las palabras y originalmente presentada para enfatizarlas, aunque se le puede achacar que verbalice los sentimientos y enseñanza, y que con ello dirija al espectador. Un nueve, aunque posiblemente inflado en ese punto adicional.
El secreto de sus ojos: intriga, acción, amor, comedia… lo tiene todo. La película del 2010. Cautivadora, tanto visualmente (el plano secuencia con ese travelling desde el cielo hasta las caras de los protagonistas en el campo de fútbol es espectacular) como narrativamente (la película es casi un poema con el siempre lisonjero acento tanguero), la historia subyacente sobre el asesino no es más que una excusa para un historia de amor eterno, quizás repetitiva y en ocasiones artificial. ¡Pero qué narices, es una mentira deliciosa! Y yo muy crédulo, por lo que le doy un nueve.
Ciudad de Dios: un amigo no paraba de echarme en cara que tuviese la indecencia de juzgar el gusto cinematográfico de los demás sin haberla visto. Vaya por delante que crucifica a Vértigo y dice que El padrino no es para tanto. Sacrílego (aunque la tercera parte de El padrino le he dado un 6). Menos mal que no lee este blog porque se relamería con estas palabras. ¡Qué razón tenía! Ciudad de Dios es un clásico moderno. A la altura de Pulp Fiction. Partiendo de una narrativa rota, de temporalidad aleatoria (saltando visualmente del presenta al pasado y con una voz que en ocasiones habla del futuro) y una imagen de colores quemados, en ocasiones acelerada pero siempre cuidada y atendiendo a la necesidad del espectador, sin entorpecer el disfrute de la película, es una película ante todo vital. No sólo por contar la historia de un personaje, si no también su evolución, como la de las favelas, la de los personajes que le circunscriben y le acompañan, con un ritmo siempre adecuado al contexto y situación. De ella se hablará mañana, el mes que viene y dentro de nueve años, como la puntuación que le doy. Y lo sé, porque estamos en 2011 y aquí sale de nuevo.
Gandhi: podría haber sido ésta o El cuarto mandamiento, El diablo dijo no, Tarde de perros, Vals con Bashir o Kamchatka. Para todas un ocho. Quizás me he quedado con ésta por lo icónico del personaje, el interés que me despierta y por ser una película que tenía pendiente desde hacía mucho tiempo pero que cuya duración me echaba atrás.
Cautivos del mal: si veis habitualmente Días de cine, hay una imagen de una travelling de cámara con grúa que se dirige al objetivo de la cámara que siempre me he preguntado de qué película era. Bueno pues es la primera imagen de esa película. Sólo por eso ya sumaba un par de puntos. El resto, gracias a cada una de las historias de los tres personajes respecto al productor Kirk Douglas, personaje central, que narra la película, si bien la manera de cerrar cada una de ellas no me convenció del todo. Por ello, los dos puntos menos y se queda en ocho.
Caos calmo: Nani Moretti es uno de esos tipos con el que te irías de cañas. Tiene pinta de hombre afable, familiar, atento, honrado… un buen tipo. Y en sus películas siempre hay algo de ese tipo que nos parece que es. En este caso, pierde a su mujer y encuentra el refugio que necesita en el banco del parque que hay enfrente del colegio de su hija. A partir de ahí, calma el caos de su vida. Extraordinario planteamiento simple que no pierde fuelle de la película, ni en la increíble sonrisa que te hace esbozar la amargura subyacente. Otro ocho para Don Moretti.
Plácido: hay unas cuantas películas del cine de español de los 50-60, que tengo pendientes de ver, y entre ellas dos de Berlanga, ésta una y Calabuch la otra. La historia de Cassen y la letra de la moto y la campaña navideña de poner un pobre en su mesa son la excusa para la típica película coral de Berlanga, donde reina el caos por encima de todas las cosas. Un guirigay agotador, que mataría los nervios de cualquiera, pero que imposiblemente borra la sonrisa que genera la genialidad del tándem Azcona-Berlanga. Ocho igualmente.
La familia Savages: a pesar de que se pueda interpretar de una de esas historias de familia desestructurada, me parece más la narración de cómo afrontar la vejez y muerte de un ser querido, del progenitor en este caso. Las historias secundarios resultan vacuas, puro espumillón, pero sirven para definir el carácter de los personajes. Un drama necesario en estos tiempos de la ley de dependencia. Peli de ocho.
Toy Story 3: no es una película infantil. Su público objetivo son aquellos que disfrutaron con la primera de las películas, hace ya una quince año y que si entonces tenían 7-10 años, ahora deben afrontar una nueva etapa en la vida. El abandono de la niñez, la adquisición de responsabilidades, la transición de etapas vitales, incluso la muerte, son temas que afronta la película con una delicadez desconocida en las películas supuestamente infantiles. Puede que ante ese público objetivo o tratando de que sea para todos los públicos sea algo superficial o evidente su argumentación o narrativa y que se eche de menos algo más de humor, muy centrado en Ken y Barbie, pero es una señora película, de ocho tirando a nueve.
Madame D. : vista por encargo, ha sido un descubrimiento. Hasta ahora sólo había visto una película de Max Ophüls, Atrapados, que me encanta pero ésta me enganchó desde el primer minuto. Esos planos multitudinarios, laboriosos, la sencillez de la historia sin restar un ápice a su dramatismo, la combinación de humor y drama… Cada vez que la rememoro más me gusta. Le puse originariamente un 8 pero creo que ahora le daría ya un diez.
Dogville: otra asignatura pendiente. Soy seguidor de Von Trier (motivo de coña para muchos) y prácticamente todas sus películas me han gustado (antes de valorar un punto ya llevan todas de serie). Las casi tres horas de película han hecho que tardara siete año en verla. Craso error. Gran película, minimalista en su ornamentación, habla de la miseria humana, de la maldad interior e innata, del ansia de poder, del egoísmo. Es casi una fábula, algo cruel eso es cierto, pero cuidadosamente cuidada en las palabras y originalmente presentada para enfatizarlas, aunque se le puede achacar que verbalice los sentimientos y enseñanza, y que con ello dirija al espectador. Un nueve, aunque posiblemente inflado en ese punto adicional.
El secreto de sus ojos: intriga, acción, amor, comedia… lo tiene todo. La película del 2010. Cautivadora, tanto visualmente (el plano secuencia con ese travelling desde el cielo hasta las caras de los protagonistas en el campo de fútbol es espectacular) como narrativamente (la película es casi un poema con el siempre lisonjero acento tanguero), la historia subyacente sobre el asesino no es más que una excusa para un historia de amor eterno, quizás repetitiva y en ocasiones artificial. ¡Pero qué narices, es una mentira deliciosa! Y yo muy crédulo, por lo que le doy un nueve.
Ciudad de Dios: un amigo no paraba de echarme en cara que tuviese la indecencia de juzgar el gusto cinematográfico de los demás sin haberla visto. Vaya por delante que crucifica a Vértigo y dice que El padrino no es para tanto. Sacrílego (aunque la tercera parte de El padrino le he dado un 6). Menos mal que no lee este blog porque se relamería con estas palabras. ¡Qué razón tenía! Ciudad de Dios es un clásico moderno. A la altura de Pulp Fiction. Partiendo de una narrativa rota, de temporalidad aleatoria (saltando visualmente del presenta al pasado y con una voz que en ocasiones habla del futuro) y una imagen de colores quemados, en ocasiones acelerada pero siempre cuidada y atendiendo a la necesidad del espectador, sin entorpecer el disfrute de la película, es una película ante todo vital. No sólo por contar la historia de un personaje, si no también su evolución, como la de las favelas, la de los personajes que le circunscriben y le acompañan, con un ritmo siempre adecuado al contexto y situación. De ella se hablará mañana, el mes que viene y dentro de nueve años, como la puntuación que le doy. Y lo sé, porque estamos en 2011 y aquí sale de nuevo.
Etiquetas: Cultura
Mentiras y gordas
miércoles, 19 de enero de 2011
La inauguración de todos los años tiene dos hechos indisociables que los acompañan: la resaca y las promesas o propósitos para el nuevo año. Como este año no hubo de la primera, me he decidido por un extra de la segunda. Este año me aventuro con más promesas de las habituales, que siempre van asociadas a películas y libros, propósitos que renovaré porque los clásicos nunca mueren, y sobre todo, que trataré de cumplir. Así que empezamos bien, un poquito del habitual autoengaño.
El primero de mi propósito va asociado con este blog. Y es que lo que debo tratar es de que no muera, a pesar de que con el reducido número de seguidores (ni siquiera mi santa lo lee), está más que enterrado. Así que me comprometo a escribir un post al menos a la semana. Es decir, que debo acabar 2011 con 52 entradas en el blog. Para evitar actos fraudulentos, sólo de uno de cada cuatro puede tener menos de un párrafo de extensión.
El segundo de mis compromisos es alcanzar los 65 kilos de peso y no superar los 70 a cierre de año. La segunda parte la había conseguido en septiembre pero me he desviado ligeramente. Objetivo los 65, de todas maneras.
El tercero de los objetivos es tener al menos un plan a la semana. Y cuando me refiero a un plan me refiero, a ir al cine, al teatro, una cena con amigos, cena fuera con la pareja, un concierto, un viaje, una visita a un museo o exposición. Juega nocturna, jornada maratoniana de compras… para los hijos de la “diáspora” os puedo asegurar que es habitual dejarse llevar y reducir la vida al tedio absoluto, dejarse llevar en lo anodino, habitual y rutinario. Propósito de hacerle frente a ello.
Relacionado con lo anterior, el siguiente es el de no perder el tiempo. No gastarlo mirando la tele con absoluta desidia. Hacer cosas con un objetivo, que repercutan positivamente, que me enriquezcan o, al menos, que no me atonten. No ver la tele por verla, no dormir por pereza, no vaguear como un perezoso.
Llegamos ya a los habituales, los clásicos. La apuesta, porque al final tiene un componente de atrevimiento, de bocazas dado que al final no lo cumplo, sobre lectura y películas.
Por un lado, he de reducir el número de ejemplares de Cinemanía en un tercio. El número de revistas sin leer completamente se extiende hasta 2002-2003. Por lo tanto, como máximo –hay número intermedios leídos- es de 12 x 9 = 108 revistas. He de reducirlas a 72 números. A esa cuantía habría que añadir los números que se publiquen a lo largo de este año. En definitiva, tendría que leer 4 “cinemanías” cada mes, una por semana.
A esto hay que añadir que tengo que tener leído todo periódico, artículo o revista semanal prehistórica que esté en mi casa. Antes de terminar en casa, el periódico más antiguo que no sea para guardar debe haberse publicado como muy tarde en diciembre de 2011.
Y hablando de muertos en el armario, otro de los propósitos es ver todas esas grabaciones acumuladas en el disco duro multimedia que he ido acumulando desde que lo compré. Por poner una cifra, de los 400 gb de memoria, debo alcanzar al menos, 500 gb.
Para terminar, lo que todo el mundo espera. La apuesta clásica. Libros y película a leer y ver en 2011. En el último año he visto 102 películas y he leído 19 libros y 2 comics (el resumen del año lo haré en el siguiente post). En 2011 debo ver otro centenar de películas, y leer quince libros que estén en mi poder, es decir, no cuentan los que sean de la biblioteca o prestados por algún conocido. Tienen que estar actualmente en las estanterías de casa (el año pasado, 13 de los 19 libros eran propios).
¿Qué supone todo esto? Que cada semana tendré que leerme un “cinemanía”, ver dos películas, planear algo que hacer, leer un tercio de libro, una vez me haya desecho de alguno de los vestigios de periódicos que tenga en casa, ir a correr tres veces para adelgazar, sin olvidarme de escribir un post, que total, puede tratar de lo que he hecho o leído en la semana. Desde luego, aunque no alcance todos los objetivo, cumplir el propósito de aprovechar el tiempo parece garantizado.
El primero de mi propósito va asociado con este blog. Y es que lo que debo tratar es de que no muera, a pesar de que con el reducido número de seguidores (ni siquiera mi santa lo lee), está más que enterrado. Así que me comprometo a escribir un post al menos a la semana. Es decir, que debo acabar 2011 con 52 entradas en el blog. Para evitar actos fraudulentos, sólo de uno de cada cuatro puede tener menos de un párrafo de extensión.
El segundo de mis compromisos es alcanzar los 65 kilos de peso y no superar los 70 a cierre de año. La segunda parte la había conseguido en septiembre pero me he desviado ligeramente. Objetivo los 65, de todas maneras.
El tercero de los objetivos es tener al menos un plan a la semana. Y cuando me refiero a un plan me refiero, a ir al cine, al teatro, una cena con amigos, cena fuera con la pareja, un concierto, un viaje, una visita a un museo o exposición. Juega nocturna, jornada maratoniana de compras… para los hijos de la “diáspora” os puedo asegurar que es habitual dejarse llevar y reducir la vida al tedio absoluto, dejarse llevar en lo anodino, habitual y rutinario. Propósito de hacerle frente a ello.
Relacionado con lo anterior, el siguiente es el de no perder el tiempo. No gastarlo mirando la tele con absoluta desidia. Hacer cosas con un objetivo, que repercutan positivamente, que me enriquezcan o, al menos, que no me atonten. No ver la tele por verla, no dormir por pereza, no vaguear como un perezoso.
Llegamos ya a los habituales, los clásicos. La apuesta, porque al final tiene un componente de atrevimiento, de bocazas dado que al final no lo cumplo, sobre lectura y películas.
Por un lado, he de reducir el número de ejemplares de Cinemanía en un tercio. El número de revistas sin leer completamente se extiende hasta 2002-2003. Por lo tanto, como máximo –hay número intermedios leídos- es de 12 x 9 = 108 revistas. He de reducirlas a 72 números. A esa cuantía habría que añadir los números que se publiquen a lo largo de este año. En definitiva, tendría que leer 4 “cinemanías” cada mes, una por semana.
A esto hay que añadir que tengo que tener leído todo periódico, artículo o revista semanal prehistórica que esté en mi casa. Antes de terminar en casa, el periódico más antiguo que no sea para guardar debe haberse publicado como muy tarde en diciembre de 2011.
Y hablando de muertos en el armario, otro de los propósitos es ver todas esas grabaciones acumuladas en el disco duro multimedia que he ido acumulando desde que lo compré. Por poner una cifra, de los 400 gb de memoria, debo alcanzar al menos, 500 gb.
Para terminar, lo que todo el mundo espera. La apuesta clásica. Libros y película a leer y ver en 2011. En el último año he visto 102 películas y he leído 19 libros y 2 comics (el resumen del año lo haré en el siguiente post). En 2011 debo ver otro centenar de películas, y leer quince libros que estén en mi poder, es decir, no cuentan los que sean de la biblioteca o prestados por algún conocido. Tienen que estar actualmente en las estanterías de casa (el año pasado, 13 de los 19 libros eran propios).
¿Qué supone todo esto? Que cada semana tendré que leerme un “cinemanía”, ver dos películas, planear algo que hacer, leer un tercio de libro, una vez me haya desecho de alguno de los vestigios de periódicos que tenga en casa, ir a correr tres veces para adelgazar, sin olvidarme de escribir un post, que total, puede tratar de lo que he hecho o leído en la semana. Desde luego, aunque no alcance todos los objetivo, cumplir el propósito de aprovechar el tiempo parece garantizado.
Etiquetas: Yo...
Mejor sólo que mal acompañado
viernes, 30 de julio de 2010
Finalmente Paco González se va a a la Coper. A pesar de que todavía no está claro quién le acompaña, con la salvedad de Pepe Domingo Castaño (no soy muy fan la verdad), es conocido que Laura Martínez (a ésta sí que la echaré de menos) y Antonio Romero (es incluso una alegría) no serán parte del programa, mientras que parten en la diaspora Rubén Martín (grandísima noticia) y Poli Rincón (todos esperábamos que Paco soltara lastre pero ha sido imposible), a la espera de lo que pase con Manolo Lama -parece que no seguirá en el Grupo Prisa pero no se conoce con seguridad su destino-.
Lo que comienza a perfilarse son los colaboradores del programa que deja. Con la dirección del Carrusel deportivo ya definida, Javier Hoyos como director y Juanma Ortega como animador, se sabe que Cañizares seguirá, y se suman Carlos Martínez y Amavisca, nuevo árbitro con Gracia Redondo y continua Maldini. Lo más impactante es la entrada de Tomás Roncero, redactor jefe de la sección del Real Madrid en el diario deportivo As, que colaboraría en las narraciones de los partidos de dicho equipo. ¿Qué no sabéis quien es Tomás Roncero? Una pequeña muestra (he decidido coger un vídeo que no esté editado y en el que se pueda defender)
A todos aquellos que mostraban sus dudas sobre seguir a Paco González a la COPE, a pesar de que me parezca que la línea editorial de la radio de los obispos debería ser irrelevante para escuchar un programa sobre deportes, espero que esto les ayude a decidirse. Nos vemos al otro lado.
Lo que comienza a perfilarse son los colaboradores del programa que deja. Con la dirección del Carrusel deportivo ya definida, Javier Hoyos como director y Juanma Ortega como animador, se sabe que Cañizares seguirá, y se suman Carlos Martínez y Amavisca, nuevo árbitro con Gracia Redondo y continua Maldini. Lo más impactante es la entrada de Tomás Roncero, redactor jefe de la sección del Real Madrid en el diario deportivo As, que colaboraría en las narraciones de los partidos de dicho equipo. ¿Qué no sabéis quien es Tomás Roncero? Una pequeña muestra (he decidido coger un vídeo que no esté editado y en el que se pueda defender)
A todos aquellos que mostraban sus dudas sobre seguir a Paco González a la COPE, a pesar de que me parezca que la línea editorial de la radio de los obispos debería ser irrelevante para escuchar un programa sobre deportes, espero que esto les ayude a decidirse. Nos vemos al otro lado.
Etiquetas: Sociedad
El crepúsculo de los dioses
Esta mañana, con estupor, escuchaba la siguiente noticia en la SER: Diana Krall ordenó en el concierto del pasado martes en Santiago de Compostela revisar los móviles de los espectadores para borrar sus fotos. Según informa la empresa organizadora fue una exigencia suya. Sólo permitió la toma de instantáneas a la prensa y cuando ella quisiera. Nada de estar tirando fotitos durante todo el concierto. Los espectadores, indignados, tuvieron que sacar sus teléfonos al final del concierto para que la seguridad verificara que nadie hubiera sacado ningún recuerdo para llevarse a casa. En caso de descubrir alguna, estuviera bien encuadrada, mal enfocada o en blanco y negro se borraba sin compasión.
¿Qué conclusiones podemos sacar de esta noticia?
Punto 1: Que Diana Krall es otra de esas artistas autodivinizadas, con una opinión demasiado elevada de sí misma y que no tiene problema alguno en despreciar a sus fans.
Punto 2: Que la gente es maleable dado que dudo que la empresa de seguridad tenga autoridad para cachearte. Entiendo que únicamente un miembro de algún cuerpo de seguridad público podría asumir dicha labor. Es más, incluso ellos dudo que tenga autoridad para borrar una foto. Seguramente sería necesaria una denuncia por parte de la cantante y posiblemente un juicio que dilucidara quien tiene razón.
Si se llegan a plantar todos los asistentes, que imagino que hubieran sido un buen número, ¿qué hubiesen hecho? ¿Emplear la fuerza? Hubiese llegado la policía, que haría caso omiso del chantaje de la diva y hubiese disuelto a la multitud, salvando su maravilloso recuerdo de la acomplejada cantante.
Punto 3: No sólo dudo de la empatía de la Sra. Krall (o debería decir Sra. Costello) si no de su lucidez e inteligencia. Cualquier persona que viera peligrar su foto, no tenía más que mandarla por correo a sí mismo o a otra persona o vía MMS a algún otro contacto para salvaguardar la imagen obtenida de manera furtiva, y superar sin problemas el irregular control. Quien sabe, con un poco de suerte alguna persona tuvo la felicidad idea y le ha enviado ya a la cantante la foto librada. Estupenda idea esa de amenazar las actuaciones en directo. Seguro que de los discos se vive muy bien.
¿Qué conclusiones podemos sacar de esta noticia?
Punto 1: Que Diana Krall es otra de esas artistas autodivinizadas, con una opinión demasiado elevada de sí misma y que no tiene problema alguno en despreciar a sus fans.
Punto 2: Que la gente es maleable dado que dudo que la empresa de seguridad tenga autoridad para cachearte. Entiendo que únicamente un miembro de algún cuerpo de seguridad público podría asumir dicha labor. Es más, incluso ellos dudo que tenga autoridad para borrar una foto. Seguramente sería necesaria una denuncia por parte de la cantante y posiblemente un juicio que dilucidara quien tiene razón.
Si se llegan a plantar todos los asistentes, que imagino que hubieran sido un buen número, ¿qué hubiesen hecho? ¿Emplear la fuerza? Hubiese llegado la policía, que haría caso omiso del chantaje de la diva y hubiese disuelto a la multitud, salvando su maravilloso recuerdo de la acomplejada cantante.
Punto 3: No sólo dudo de la empatía de la Sra. Krall (o debería decir Sra. Costello) si no de su lucidez e inteligencia. Cualquier persona que viera peligrar su foto, no tenía más que mandarla por correo a sí mismo o a otra persona o vía MMS a algún otro contacto para salvaguardar la imagen obtenida de manera furtiva, y superar sin problemas el irregular control. Quien sabe, con un poco de suerte alguna persona tuvo la felicidad idea y le ha enviado ya a la cantante la foto librada. Estupenda idea esa de amenazar las actuaciones en directo. Seguro que de los discos se vive muy bien.
Etiquetas: Cultura
Días de radio
jueves, 8 de julio de 2010
En este periodo de absoluta vagueza, me faltaba la mención a ese tipo que es sinónimo de radio. El único que me hace llevarme los cascos a las orejas. Al que seguiré, vaya a la cadena que vaya. no sé si tenía razón. No me importa. La ceguera es el privilegio del fan.
Etiquetas: Yo...
Atlas de la geografía humana
viernes, 7 de mayo de 2010
"We support the Latin community. They are apart of the 12 tribes of Israel. It 1 Nation under YAH (God). Let's come together. Shalom!! 1love"
"Apoyamos a la comunidad latina. Son parte de las doce tribus de Israel. Una nación bajo un dios (Yahvé). Todos juntos. Shalom!!"
Amare Stoudamire, en su Twitter en referencia a la nueva ley que se está discutiendo en Arizona sobre la posibilidad de que las autoridades puedan detener a aquellos que considere sospechosos de ser inmigrantes legales.
Etiquetas: Deporte
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